El presidente venezolano, Nicolás Maduro, pareció dar por sentada su exclusión de la Cumbre de las Américas, a celebrarse entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles, California, si bien aseguró que su “voz” se hará sentir dentro del foro que congrega a gobiernos del continente.
“Se nos pretende excluir (…) Digan lo que digan, allí estarán nuestras voces. La voz de Venezuela, la voz de Cuba y la voz de Cuba llegará a Los Ángeles en las grandes protestas del pueblo en Los Ángeles y nuestra voz estará en esa sala. Esa cumbre es la cumbre de la protesta contra la exclusión del imperialismo”, expresó el mandatario venezolano a menos de dos semanas del evento.
Los días previos a la Cumbre de las Américas, cuya anfitriona es Estados Unidos, han estado caracterizados por una polémica regional sobre la lista de invitados.
A principios de mayo, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aseguró que no acudiría a la cita si se excluía a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, catalogados como antidemocráticos por Washington.
Los presidentes de Bolivia y Guatemala, Luis Arce y Alejandro Giammattei, se sumaron a su propuesta, días después. Los presidentes de Chile, Argentina, Panamá y Honduras también criticaron la posible exclusión de dignatarios como Maduro, pero dijeron que sí participarían en la cumbre continental.
Los gobernantes de Colombia, Perú, Ecuador, Uruguay y Paraguay y otros ya garantizaron su presencia en Los Ángeles, mientras la asistencia del líder brasileño Jair Bolsonaro aún no está confirmada.
Según los cálculos de Maduro, hay 25 países que rechazan la posible exclusión de Cuba, Nicaragua y su país de la cumbre. Estados Unidos no lo reconoce como presidente legítimo de Venezuela desde enero de 2019, cuando la oposición juramentó al líder opositor y dirigente del Parlamento, Juan Guaidó, como mandatario encargado de la nación denunciando la usurpación del cargo.
Los detractores de Maduro afirman que su reelección de 2018 fue ilegítima porque esa votación la convocó la Asamblea Nacional Constituyente, seleccionada previamente sin seguir los pasos constitucionales, alegaron.
Invitaciones en pausa
Voceros de la Casa Blanca indicaron hace semanas que la administración del presidente Joe Biden no había enviado hasta el momento las invitaciones y que, por lo tanto, no se había tomado “una decisión final” sobre quiénes acudirían.
Funcionarios del Departamento de Estado, sin embargo, dieron a entender que la presencia de gobiernos como el de Maduro no será bien vista en un evento que aspira a promover la democracia en la región. Brian Nichols, subsecretario de Estado para asuntos occidentales, dijo que no le parecía “conveniente” permitir la participación de gobiernos “que no respetan la democracia”.
Otros portavoces de la administración Biden indicaron que la cumbre seguirá siendo el evento “de máxima prioridad para el hemisferio” y que Washington aspira a que sea “seguro y exitoso”.
El lema de la Cumbre de las Américas de este año es “construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo” en el continente. Además del reforzamiento de la democracia, temas como migración y desarrollo económicos serán claves.
Estados Unidos también organizó la primera de estas cumbres, en 1994, cuando el expresidente demócrata Bill Clinton gobernaba la nación.
Para el evento de Los Ángeles, Washington aspira a que haya compromisos de transparencia y democracia, elecciones libres, promoción de la participación ciudadana y la protección de defensores de derechos humanos.
El gobierno de Biden, y antes de él, el del expresidente Donald Trump, reprobaron al poder ejecutivo de Maduro en todos estos asuntos, acusándolo de liderar un modelo autoritario y violatorio de derechos humanos y políticos.
Maduro, por su parte, aseguró la noche del martes que el presidente argentino Alberto Fernández, que lidera temporalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), está reactivando los consejos de ministros de esa plataforma para lograr “la unidad” de la región.
“Ese es el camino de América Latina y el Caribe. Es el camino de la unión, de la inclusión, de la diversidad, de la democracia (…) El camino no puede ser la exclusión, como pretende los Estados Unidos de Norteamérica en la mal llamada Cumbre de las Américas”, insistió el mandatario venezolano.
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