El adolescente que mató a 19 niños y dos adultos advirtió en un mensaje privado en una red social poco antes de los hechos que iba a asaltar a tiros una escuela primaria, dijo el miércoles el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Abbott describió a Salvador Ramos como un desertor escolar de 18 años con problemas mentales que asaltó el martes la escuela primaria de Robb en la pequeña ciudad de Uvalde, en Texas. La matanza terminó cuando un agente de la Patrulla Fronteriza de EEUU abatió a Ramos.
Sin embargo, el gobernador dijo que las autoridades nunca descubrieron problemas mentales en Abbott, a pesar de que algunos medios reportaron que en una ocasión había disparado al azar con un arma de aire a personas en las calles de Uvalde y lanzado huevos a automóviles.
Quienes lo conocían afirman que estaba enfadado por no haber completado las clases suficientes para graduarse esta semana con sus compañeros de aula.
Abbott informó que 30 minutos antes de entrar en la escuela, Ramos subió un mensaje a Facebook que decía: “Voy a dispararle a mi abuela” (con quien vivía) y le disparó a la cara. La mujer, Celia Martínez, de 66 años, sobrevivió el ataque y está hospitalizada en grave estado.
Momentos después dijo en otro mensaje: “Le disparé a mi abuela”, y en un tercero: “Voy a tirotear una escuela primaria”, agregó Abbott.
Andy Stone, portavoz de Meta, la compañía madre de Facebook, aclaró que los mensajes de texto fueron enviados a una persona, pero no aclaró cuál de las plataformas de Meta usó Ramos.
Ramos estrelló su auto en una cuneta cerca de la escuela y agentes de policía empleados por el distrito escolar “enfrentaron al hombre armado”. Hay reportes contradictorios de si intercambiaron disparos. El agresor entró a la escuela con un arma de asalto y asesinó a todas sus víctimas en la misma aula de cuarto grado, dijo un policía a CNN.
Según Abbott, otras 17 personas resultaron heridas en el ataque, pero ninguna en peligro de muerte. Un portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas dijo que entre los heridos había “muchos niños” que sobrevivieron a los disparos en su aula.
El debate por leyes más estrictas sobre el control de armas en Estados Unidos es uno de los más ardientes en el país. Al terminar la conferencia de prensa de Abbot, un partidario de la tenencia de armas, su opositor demócrata para las elecciones de noviembre, Beto O’Rourke, le gritó: “Usted no está haciendo nada” para prevenir la violencia con armas de fuego.
“Abbott facilitó portar armas en público”, dijo O’Rourke por Twitter. “El momento de detener la próxima matanza es ahora”.
El presidente Joe Biden dijo el miércoles que visitará Texas junto a la primera dama “en los próximos días” y expresó que “la idea de que un joven de 18 años pueda entrar en una tienda y comprar armas de guerra diseñadas para matar (…) está mal y viola el sentido común”.
“La Segunda Enmienda no es absoluta”, dijo Biden al llamar a nuevos límites para la compra de armas. Cuando se redactó la enmienda constitucional “nadie podía poseen un cañón, nadie podía poseer ciertos tipos de amas. Siempre hay limitaciones”, agregó.
Aún no está claro si esta última matanza ha cambiado la mente de algunos de los republicanos del Senado, que en el pasado han bloqueado medidas más restrictivas sobre la compra de armas de fuego favorecidas por Biden y otros demócratas.
Al menos 10 republicanos tendrían que unirse a los 50 demócratas del Senado para aprobar una legislación de control de armas.
Algunos legisladores han hablado de tratar de llegar a compromisos que requerirían revisiones de antecedentes más profundas para los compradores de armas o la prohibición de las ventas de armas por internet, pero hasta ahora nada luce promisorio en ese sentido.
[Con información de AP y Reuters]
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