Un medio oficialista de Nicaragua informó de la decisión -sin precedentes- de un juez local del país de ordenar el arresto preventivo de un sacerdote a quien se acusa del supuesto delito de lesiones agravadas en perjuicio de una mujer.
Medios independientes habían reportado el miércoles la detención del sacerdote Manuel Salvador García, líder de la iglesia Jesús de Nazareno, ubicada en una localidad perteneciente al departamento de Granada, a unos 60 kilómetros al sur de Managua.
El anuncio del jueves, que llega en medio de las crecientes tensiones entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia Católica.
En un video grabado por testigos que se apostaron fuera del templo en la noche del pasado miércoles, aparece el sacerdote visiblemente irritado con un machete gritándole a los lugareños que se abstuvieran de ingresar a la iglesia para mediar en un aparente conflicto que sostenía con una mujer que estaba en el lugar.
El sacerdote fue detenido por la policía poco después.
¿Quién acusa al sacerdote?
Una mujer, identificada como Martha Candelaria Rivas, de 44 años, denunció ante medios oficialistas que fue agredida por el sacerdote después de una discusión. Rivas se encontraba dentro del templo.
Hasta el momento ni la Iglesia Católica ni las autoridades policiales se han pronunciado al respecto, en medio del hermetismo sobre el caso, de acuerdo a la información ofrecida por fuentes de la parroquia a la Voz de América.
Un residente del lugar que pidió no identificado por temor a represalias, afirmó a VOA que patrullas policiales rondaban el templo desde hace varias semana.
La detención del sacerdote no tiene precedentes en los últimos 30 años y podría significar una mayor fractura en las ya deterioradas relaciones entre la Iglesia y el oficialismo en Nicaragua, según el exdiputado opositor Eliseo Núñez.
El precedente inmediato de detención a sacerdotes fue en los años 80, precisamente con los sandinistas en el poder, indica Núñez, quien recuerda que hubo tres casos en ese entonces.
"El primero de un sacerdote llamado Bismarck Carballo que lo humillaron, lo sacaron desnudo y dijeron que estaba con una mujer y resultó ser un montaje, luego con otro que lo acusaron de conspirar para poner una bomba, ambos fueron por un corto tiempo las detenciones", rememora.
El tercero fue un religioso llamado Pablo Antonio Cuadra, a quien capturaron y llevaron directo en helicóptero al lado hondureño, "prácticamente desterrándolo".
"Acusan al padre de un delito que ni siquiera es el que ellos presentan con el montaje, porque lesiones graves deben tener cicatrices permanentes o una discapacidad por la agresión, todo indica que es montaje", subraya Núñez sobre dicho caso.
Semanas atrás, otros sacerdotes denunciaron acoso por parte de la Policía en al menos tres templos en donde se encontraban religiosos críticos a Ortega.
“Nos persiguen por ser fieles a nuestro ministerio sacerdotal, por no arrodillarnos ante el opresor y por dar la cara en defensa pueblo de Dios”, dijo recientemente a la VOA el sacerdote nicaragüense Edwin Román, exiliado en Estados Unidos tras haber recibido amenazas de la primera dama y vicepresidenta Rosario Murillo.
El exembajador de Nicaragua en la OEA aseguró que el sacerdote detenido “es otra víctima” más de una “campaña sucia de la dictadura” y dijo que el religioso “lo hostigaron y humillaron de día y noche” hasta finalmente ponerlo bajo prisión.
Este jueves el Departamento de Estado publicó un informe sobre la Libertad Religiosa en el mundo y destacó ampliamente las agresiones de las que ha sido objeto el clero en Managua bajo la administración de la pareja Ortega-Murillo.
En el informe se señalan las amenazas de cárceles contra sacerdotes por su postura crítica al presidente de Nicaragua.
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