Con el presidente de Cuba diciendo que no irá a la IX Cumbre de las Américas y Estados Unidos, país anfitrión, que todavía no decide si invitará a una delegación de la isla, el preámbulo del evento sigue siendo polémico.
Mientras se espera que la cita sirva para que los líderes regionales fortalezcan las relaciones diplomáticas y busquen soluciones a los desafíos a los que se enfrenta el continente, la decisión a favor o en contra de la participación de algunos países como Cuba, ha puesto a Estados Unidos en el punto de mira.
“[EEUU] debería ser un poco más firme en su compromiso con la democracia y con la libertad. Y por supuesto, los cubanos no vemos con buenos ojos que ceda ante la dictadura cubana, que ha sabido mover sus fichas a nivel diplomático, presionar con los tentáculos que tiene en todas partes, no sólo en América Latina", dijo a la Voz de América el dramaturgo y opositor cubano Yunior García, exiliado en Madrid, España.
La posible asistencia de Cuba, explica, "significaría darle reconocimiento y legitimidad a un régimen absolutamente dictatorial que sobre todo en los últimos años se ha comportado de forma extremadamente abusiva con sus propios ciudadanos”.
Presidente cubano dice que no irá a la Cumbre
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel ha dicho que no asistirá a la cumbre. En su cuenta de Twitter escribió a finales de mayo: "Puedo asegurar que en ningún caso asistiré. Como siempre ocurrió en el pasado, la voz de Cuba se hará escuchar en la IX Cumbre de las Américas".
Díaz-Canel, no obstante, agradeció "la valiente y digna posición de los países que han levantado su voz contra las exclusiones. Compartimos la posición de los líderes de la región que han reclamado con firmeza que todos tienen que ser invitados en pie de igualdad".
Yunior García, quien era la cara más visible de la plataforma Archipiélago, movimiento social surgido durante las protestas del año 2021, señala que “los últimos dos años en Cuba han sido muy fuertes, no solo por la represión de las protestas, sino por la cantidad de presos políticos, que es quizás el mayor número de presos políticos en toda América Latina”.
Por esos motivos y por “encarcelar a menores de edad con condenas altísimas, a veces de más de 20 años contra personas que solamente estaban ejerciendo el derecho a manifestarse”, García considera que, al tratarse “de una cumbre de la democracia”, “quizás no sería prudente” invitar a Cuba, país al que califica como “dictadura”.
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Mientras afirma que “no debería legitimarse a los dictadores que están socavando y que han secuestrado la soberanía del país”, sostiene que sí debería asistir a Los Ángeles una representación de cubanos de la sociedad civil.
"La dictadura de Cuba afecta directamente a otras democracias imperfectas de la región"
El nicaragüense experto en relaciones internacionales exiliado en Madrid, Santiago Urbina, cree que si Cuba finalmente recibe una invitación para asistir al evento, sería como “consecuencia de presiones que se están recibiendo por parte de otros países importantes dentro del hemisferio americano”.
Alude directamente México o Argentina, cuyos mandatarios expresaron su deseo de que todas las naciones de la región pudieran participar en el evento.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que no asistiría a la Cumbre personalmente y que enviaría una delegación encabezada por el secretario de cancillería. El presidente argentino, Alberto Fernández, dijo por último que sí que se desplazará hasta Los Ángeles para intervenir en la Cumbre.
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De acuerdo a Urbina, la influencia de Cuba “afecta o contamina directamente a otras democracias imperfectas de la región”, en referencia a naciones como Nicaragua y Venezuela.
“Es un paso en la dirección correcta por parte del anfitrión de esta Cumbre y por parte de muchos países que velan no solamente por el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de democracia, sino que están tratando de activamente cuidar sus propias democracias e incentivar también la promoción de los valores democráticos en todo el continente”, sostiene Urbina en alusión a la decisión de EEUU de excluir a estos países del evento.
El inicio de la controversia
La controversia empezó a raíz de la exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua, por parte de EEUU, el país anfitrión, argumentando que los gobiernos de estas naciones "no respetan" la carta Democrática Interamericana.
La decisión provocó una serie de disconformidades por parte de varios países del continente. Algunos, como México y Bolivia, afirmaron que sólo asistirían si todas las naciones de la región son invitadas.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammatei, aseguró que no irá al evento. La participación de mandatarios de países como El Salvador y Honduras aún resulta una incógnita a menos de 3 días de que comience el encuentro.
Hace una semana, los mandatarios de Venezuela, Nicaragua y Cuba se reunieron en La Habana en el marco de la Cumbre de líderes de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA), donde criticaron a EEUU por no ser invitados a la IX Cumbre de las Américas.
En un comunicado, la organización calificó la exclusión como "arbitraria, ideológica y motivada políticamente" y mencionó que dicha "decisión unilateral constituye un grave retroceso histórico en las relaciones hemisféricas, y un atropello a los pueblos latinoamericanos y caribeños"
La novena edición de la Cumbre de las Américas se celebrará en Los Ángeles del 6 al 10 de junio. Jefes de Gobierno y miembros de la sociedad civil están llamados para participar en el evento y formar nuevas alianzas con el objetivo de superar los desafíos de la región, como la lucha contra el cambio climático, la recuperación económica o la pandemia de COVID-19.
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