No pasó ni una semana de finalizar el paro nacional que impulsó la Confederación de Nacionalidades Indígenas en el Ecuador (CONAIE) para que el gobierno de Guillermo Lasso anunciara una renovación parcial de sus ministros y secretarios.
Y si bien el presidente aseguró que “estos cambios no han sido forzados por coyunturas o circunstancias particulares”, sino que “obedecen al ordenado cumplimiento de etapas” como una parte de “una visión coherente y de largo plazo”, queda claro que la movilización de las organizaciones indígenas causó malestar en toda la sociedad ecuatoriana y, en especial, en el gobierno.
Durante la ceremonia de toma de posesión de sus nuevos colaboradores, el mismo Lasso fue el encargado de confirmar que “a partir de hoy, seis queridos amigos, todos ellos excelentes profesionales y dedicados servidores públicos, ya no seguirán con nosotros en el Gabinete”.
El cambio más notorio fue el del saliente ministro de Economía y Finanzas, Simón Cueva, quien acredita un doctorado en Economía y cuenta con amplia experiencia como consultor en organismos como el Banco Mundial, la Organización de los Estados Americanos, la Comunidad Andina, el Fondo Latinoamericano de Reservas y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
En su lugar, Lasso nombró a Pablo Arosemena, un joven economista y empresario, quien antes colaboró para el Estado en la Gobernación de la provincia del Guayas, donde no debió enfrentar precisamente ese tema, sino la arremetida del crimen organizado y la violencia en las cárceles.
Arosemena llega con la misión de reorientar la política pública hacia una visión más social, sin que eso implique necesariamente alejarse de los organismos multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Además, tendrá que alejarse de la imagen de su antecesor, a quien se acusaba de privilegiar la reducción del déficit fiscal, de 7.000 a 4.000 millones de dólares, así eso implicara dejar de entregar recursos suficientes para atender necesidades básicas en temas como la educación pública, la falta de medicinas e insumos en hospitales, el campo, y otros.
Sobre este último tema, que fue repetido insistentemente durante la movilización, Lasso dijo que será necesario volcar la atención del gobierno hacia el sector agrícola.
“Algo positivo tenemos que sacar de tres semanas de violencia; que el campo y la ruralidad nos dicen: 'aquí estamos presentes, preocúpense también de nosotros', y tienen razón y lo vamos a hacer”, declaró el mandatario.
El Ministerio de Salud y la Secretaría de Gestión y Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades también forman parte de la renovación. Hasta este miércoles, no se oficializaron los nombres de las personas que estarán a cargo de esas instituciones.
En la ceremonia de toma de posesión, que se concretó apenas pocas horas antes del inicio de las mesas de diálogo entre el gobierno y los indígenas, se concretaron cambios en las carteras de Transporte y Obras Públicas, Vivienda y en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
El paro nacional, de acuerdo con la versión del gobierno, dejó pérdidas por más de 1.000 millones de dólares.
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