Un partido político de Venezuela propuso esta semana al presidente estadounidense Joe Biden que promueva un canje de rehenes entre su administración y el gobierno de Nicolás Maduro para destrabar las relaciones bilaterales.
El movimiento Prociudadanos, de tendencia liberal y liderado por el político y periodista Leocenis García, entregó una carta a asesores de la Casa Blanca para recomendar que ocurra una liberación “al mismo tiempo” de ciudadanos de interés detenidos en ambas naciones.
La iniciativa ameritaría una “negociación amplia” para incluir a “todos los rehenes americanos que están en Venezuela” e incluso en Rusia, uno de los principales aliados geopolíticos de Maduro y cuyo sistema de justicia acaba de condenar a nueve años de prisión a la basquetbolista estadounidense Brittney Griner, indicó la organización.
Quizás la parte más polémica de la idea es que el canje debería incluir al empresario colombiano Álex Saab, que Caracas identifica como su enviado especial humanitario con rango diplomático y que fue extraditado en octubre pasado a Florida desde Cabo Verde.
Saab “ya ha dicho lo que podía decir a las autoridades americanas”, opina el coordinador nacional de Prociudadanos en su carta a Biden. “Lo importante para las autoridades es la información de Álex Saab, no él como persona”, remarca García en el texto.
La oposición al chavismo en Venezuela y el Departamento de Justicia de Estados Unidos relacionan a Saab con una red que habría utilizado programas oficiales en Venezuela para actos corruptos por centenares de millones de dólares.
El dirigente político, usualmente crítico tanto del chavismo como de la oposición tradicional en Venezuela, considera que un precedente reciente para ese eventual canje de rehenes entre ambos países es el arresto y liberación del general mexicano Salvador Cienfuegos, detenido hace dos años en Los Ángeles, California.
El militar mexicano era acusado por fiscales estadounidenses de aceptar sobornos para trabajar directamente para un cartel de la droga.
“El gobierno de México luchó a rajatabla por el futuro de Cienfuegos y luego de un acuerdo político entre el presidente López Obrador y [el expresidente Donald Trump], en una inusual capitulación, William Barr, el exprocurador general estadounidense, cedió y Cienfuegos que estaba detenido por cargos de narcotráfico en Estados Unidos, fue rápidamente despachado a México”, explica el político venezolano.
“Salida razonable”
La idea de canje presentada por Prociudadanos ocurre luego de dos rondas de conversaciones en Caracas entre delegados del gobierno estadounidense y el venezolano, con Maduro a la cabeza, para sopesar la posibilidad de liberación de norteamericanos detenidos en el país suramericano y una eventual reanudación de la cooperación energética, luego de cinco años de sanciones individuales y sectoriales por parte de la Casa Blanca.
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El encuentro de enviados de Biden al Palacio de Miraflores derivó en la liberación de dos estadounidenses detenidos “injustamente” en Venezuela, según Washington: Gustavo Adolfo Cárdenas, un exdirectivo de la empresa Citgo; y Jorge Fernández, un cubanoestadounidense arrestado en el estado fronterizo de Táchira en febrero de 2021.
En julio, se conoció de un aviso del Departamento de Estado a sus ciudadanos donde les advertían del riesgo que corren en Venezuela de ser detenidos de forma arbitraria.
Hasta entonces, la prensa reportó que al menos ocho estadounidenses están encarcelados en la nación suramericana: cinco exejecutivos de Citgo y tres veteranos de guerra.
Esa situación amerita “una salida razonable”, explicó García en entrevista con la Voz de América. Su propuesta pasa por activar una delegación estadounidense donde estarían el exgobernador y experto negociador Bill Richardson, el embajador James Story y Roger D. Carstens, enviado presidencial especial para Asuntos de Rehenes.
La negociación necesita gente muy fría y razonable”Leocenis García, dirigente de Prociudadanos
Del lado del chavismo, García recomienda incluir al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, quien, a juicio del dirigente del partido Prociudadanos, intercedió por la liberación en 2018 del misionero mormón estadounidense Joshua Holt, es amigo personal de Maduro, cursó estudios universitarios en Nueva Jersey y “no es comunista”.
Maduro ha expresado en los últimos meses su deseo de reanudar relaciones de respeto con Estados Unidos, que lo desconoce formalmente como presidente desde 2019 y reconoce como tal, en cambio, al líder del Parlamento de 2015 y dirigente opositor, Juan Guaidó.
Washington ha flexibilizado algunas sanciones contra Venezuela para favorecer el retorno a las negociaciones de Ciudad de México, según voceros de la Casa Blanca. Esas nuevas licencias han permitido a empresas como Chevron negociar directamente con Maduro y que Repsol y Eni comercialicen crudo venezolano en Europa como pago de deuda.
Otras de las propuestas que hace Garcíaa en su carta a Biden son que Estados Unidos “deje su retórica en torno al gobierno interino” de Guaidó y que se involucre a la OEA para materializar una salida “viable” a la crisis política y económica de Venezuela.
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