El gobierno del presidente Daniel Ortega criticó el fin de semana a quienes “han pedido a los yankees que destruyan las relaciones económicas con Nicaragua", sin aludir directamente a que el gobierno de EEUU estaría contemplando frenar las exportaciones de la nación centroamericana.
Con la medida Estados Unidos buscaría presionar al gobierno de Ortega, señalado por violaciones de derechos humanos y por mantener en la cárcel a sus opositores.
“Este país es lleno de esperanza y eso envenena más a aquellos que quieren ver destruida a Nicaragua, son los que viven pidiendo que los yankees destruyan las relaciones económicas con Nicaragua, pero Nicaragua tiene relaciones económicas con todo el mundo, y ahora hemos establecido relaciones con el país que ha tenido la economía de mayor crecimiento en la historia de la humanidad, como es la República Popular de China”, dijo Ortega.
En la intervención pública el sábado pasado, Ortega agradeció a los gobiernos de China, Venezuela, Cuba "su solidaridad con el pueblo nicaragüense".
Estados Unidos es el principal socio comercial de Nicaragua. Datos oficiales reflejan que cerca del 60 % del total de las exportaciones nicaragüenses van a EEUU.
Consultado por la Voz de América, el diputado afín a Ortega, Wilfredo Navarro, declinó a emitir comentarios al respecto alegando que está ocupado en "reuniones".
Departamento de Estado advierte a inversionistas
Paralelamente, el Departamento de Estado de Estados Unidos alertó a los inversionistas a ser “extremadamente cautelosos” con Nicaragua, en medio de una grave crisis sociopolítica e curso. La crisis se agudizó en 2018, a raíz de las protestas contra el gobierno de Ortega.
Un informe de EEUU señaló que en Nicaragua se siguen suspendiendo los derechos civiles, deteniendo a más presos políticos y haciendo caso omiso al estado de derecho “creando un clima de inversión impredecible plagado de riesgos reputaciones y regulaciones arbitrarias”.
De igual forma expresó que Nicaragua apuesta a una nueva asociación económica con China, tras la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán en diciembre de 2021, esto como forma de buscar “nuevas inversiones y financiación para compensar el creciente aislamiento” a la administración de Ortega.
“En respuesta al autoritarismo cada vez más profundo del régimen de Ortega-Murillo, casi todas las instituciones financieras internacionales han dejado de otorgar nuevos préstamos a Nicaragua, y el financiamiento externo caerá drásticamente más allá de 2022”, indicó el Departamento de Estado.
La crisis en Nicaragua se prolonga cada vez más y el presidente Ortega se ha rehusado a convocar a un diálogo para solucionar la situación, según analistas.
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