El gobierno de Estados Unidos reaccionó este jueves al anuncio de Nicaragua de que negocia un Tratado de Libre Comercio con China, una situación que podría amenazar la relación económica entre Managua y Washington.
En declaraciones a la Voz de América, un portavoz del Departamento de Estado valoró la libertad de los países de “celebrar acuerdos entre sí”, pero indicó que “sin el mandato que conlleve a unas elecciones justas y libres”, las acciones del gobierno sandinista “no reflejan la voluntad del pueblo”.
“Estados Unidos no obliga a los países a elegir entre Estados Unidos y la República Popular China. Sabemos que muchos países, incluido Estados Unidos, tienen vínculos económicos o interpersonales vitales con China que desean preservar”, señaló el portavoz .
Nicaragua y Estados Unidos mantienen un Tratado de Libre Comercio, el DR-CAFTA, desde 2006, pero Washington estaría considerando bloquear parte de las importaciones de Managua como medida de presión al gobierno de Ortega, según reportó la VOA la semana pasada citando varias fuentes del gobierno estadounidense.
Según el funcionario, Washington ofrece una relación comercial que funciona en beneficio de los intereses mutuos, la cual es reforzada por el “compromiso común con la defensa del orden internacional basado en normas, la gobernabilidad democrática y el respeto de los derechos humanos”.
El fin de semana Ortega criticó a quienes "han pedido a los 'yanquis' que destruyan las relaciones económicas con Nicaragua", sin hacer alusión a las deliberaciones internas que se estarían llevando a cabo en la Casa Blanca sobre el futuro de su relación comercial con el país centroamericano.
Durante los primeros siete meses del año las exportaciones nicaragüenses registraron un aumento interanual del 17,5%, y Estados Unidos encabezó el destino de estas, con más del 51,8%, según datos oficiales.
Un grupo de legisladores de los dos espectros políticos ha demandado durante meses a la Casa Blanca la revisión de la participación de Nicaragua en DR-CAFTA, con base en la ley Renacer, promulgada en 2021.
“Sin señales” de cambio
El gobierno estadounidense sigue coordinando con sus socios internacionales la imposición de sanciones al gobierno sandinista debido a la “falta de señales” de cambio, ahondó la fuente del Departamento de Estado.
“El régimen aún no ha mostrado signos de que esté dispuesto a hacerlo, por lo que continuamos explorando presión multilateral coordinada adicional utilizando las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición. El régimen tendría que mostrar seriedad en su propósito de seguir una dirección diferente para tener una discusión real sobre las medidas vigentes”, dijo el vocero.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, indicó el miércoles a la VOA que hasta la fecha no hay “nuevas acciones para anunciar”.
Advirtió, sin embargo, que “las relaciones del régimen con Rusia plantean riesgos para la seguridad del hemisferio”.
Ortega ha tildado los llamados de Washington, así como sus sanciones, como “injerencistas” y se ha negado a entablar un diálogo con sus pares estadounidenses hasta que cese el “intervencionismo”.
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