El líder opositor Juan Guaidó, considerado presidente interino de Venezuela por decenas de países, sostiene que no tuvo nada que ver con la decisión "soberana" del gobierno de Joe Biden de canjear siete estadounidenses que estaban detenidos en una cárcel de los servicios de inteligencia en Caracas por dos sobrinos del presidente Nicolás Maduro condenados por narcotráfico en EEUU.
Un funcionario de la Casa Blanca que conversó el sábado con periodistas tras el anuncio del canje de prisioneres dijo que la decisión siguió a las conversaciones en las que "exploraron varias opciones consistentes con los intereses nacionales" de Estados Unidos.
“El presidente tomó la difícil decisión de otorgar clemencia a ambos [Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores] y las consecuencias”, dijo el funcionario. Explicó además que la decisión es "extraordinariamente rara" pero el gobierno de Biden optó porque los estadounidenses detenidos en Venezuela pasaron "demasiado tiempo", lejos de sus familias y amigos.
En un comunicado publicado el sábado por la noche, el gobierno interino afirmó que el canje prueba que en Venezuela “opera un régimen criminal, vinculado al narcotráfico”. Señaló además que se trata de "una amenaza para la seguridad de las personas de cualquier nacionalidad en el país, y un riesgo para toda la región y el hemisferio”.
"El gobierno de los Estados Unidos decidió proceder con el intercambio, una decisión soberana y en potestad de nuestros aliados, en la que el Gobierno Encargado de Venezuela no tuvo nada que ver", indicó el texto.
No obstante, reconoció que "la liberación de 7 estadounidenses secuestrados por la dictadura de Maduro es una buena noticia para sus familias. Nadie merece vivir el infierno que viven millones de venezolanos bajo un régimen que viola sistemática y masivamente sus derechos humanos. Tal como lo ha señalado la ONU, Maduro ordena directamente los crímenes de lesa humanidad en Venezuela".
En el texto, el gobierno interino exhortó a los actores y aliados internacionales que defienden los valores de la democracia y la libertad a no olvidar que, de acuerdo a la Misión Internacional Independiente de Verificación de los Hechos sobre Venezuela, en el país “impera una maquinaria de represión que pretende perpetuarse en el poder”.
Otras reacciones de la oposición venezolana
David Smolansky, comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA), se pronunció desde el exilio sobre la decisión del gobierno de EEUU.
El excandidato presidencial y líder opositor, Henrique Capriles, dijo que los Estados Unidos “siempre defienden sus intereses, Maduro los de él y su cúpula y nosotros los que somos el resto, millones de venezolanos, tenemos que seguir luchando por los intereses de la patria, de nuestra Venezuela, especialmente de los más olvidados”.
Aunque no se refirió directamente al intercambio de prisioneros, la dirigente política de oposición, Delsa Solorzano, expuso que corresponde a los venezolanos “liberar” a la nación e insistió en que más de 300 prisioneros de consciencia merecen libertad.
Hasta el momento de redactar esta información, dirigentes políticos de otras fuerzas opositoras no se habían pronunciado sobre el tema.
Antecedentes del canje
Los estadounidenses liberados en Venezuela fueron los cinco exejecutivos de Citgo, Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo y José Pereira, detenidos desde 2017 tras ser llamados a una reunión en Petróleos de Venezuela (PDVSA). También quedaron en libertad debido al canje el ex marine Matthew Heath, preso desde el 2020 y Osman Khan, que estuvo detenido desde enero de este año.
Franqui Francisco Flores y Efraín Antonio Campo Flores, sobrinos de Maduro y su esposa, Cilia Flores, que cumplieron 7 de 18 años de cárcel, tras ser condenados por delitos de narcotráfico, fueron los dos venezolanos liberados por EEUU.
El 5 de marzo de este año, bajo total hermetismo, una delegación de la Casa Blanca, encabezada por Juan González, asesor del presidente Biden, se reunió en Caracas con Maduro y otros altos funcionarios de su gobierno para iniciar un proceso de negociaciones.
En ese entonces, el gobierno estadounidense confirmó que se abordaron temas de “seguridad energética”, en el marco de la invasión de Rusia a Ucrania.
En diciembre de 2021, Roger Carstens, enviado especial para asuntos de rehenes había viajado a Venezuela para, según un portavoz del Departamento de Estado, conversar sobre “el bienestar y la seguridad” de estadounidenses detenidos en Venezuela. Posteriormente se conoció que volvió en junio de este año.
Días antes, el Departamento del Tesoro de EEUU removió de su lista de sancionados a Carlos Erik Malpica Flores, ex vicepresidente de Finanzas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sobrino de la esposa de Maduro.
Junto a otros 13 altos funcionarios del gobierno venezolano, Malpica Flores ingresó a la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EEUU (OFAC) por sus siglas en inglés, en julio del 2017.
En ese entonces, aunque no hizo alusión directa a la remoción de Malpica Flores de la lista OFAC, Gerardo Blyde, representante de la delegación de la Plataforma Unitaria de la oposición en los diálogos con el gobierno de Maduro, aseguró que han trabajado “muy de cerca” con EEUU en “acciones específicas que tienen como finalidad la reactivación” del proceso de diálogo en México.
Previamente la Plataforma Unitaria había negado versiones que afirmaban que había solicitado la eliminación de sanciones personales a funcionarios venezolanos como parte de una negociación.
Los diálogos entre el gobierno de Maduro y la oposición celebrados en México, quedaron suspendidos en octubre del 2021, tras la extradición a EEUU del empresario colombiano, Alex Saab, a quien el gobierno venezolano buscaba incorporar en su delegación.
Saab, a quien el gobierno de Maduro reconoce como diplomático, es procesado en EEUU por conspiración para blanquear capitales.
Tras el anuncio del canje de prisioneros el sábado, un funcionario de la Casa Blanca que conversó con reporteros que le preguntaron si se podría esperar la liberación de Saab, respondió: "Está en juicio, por lo que lo derivarían [la pregunta] al Departamento de Justicia".
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