El gobierno venezolano resulta “fortalecido” y la oposición “debilitada” ante un eventual proceso de diálogo, dijeron expertos consultados, un día después de que se concretara un intercambio de prisioneros con Estados Unidos que condujo a la liberación de siete ciudadanos estadounidenses “injustamente” encarcelados en Venezuela y de dos sobrinos de la esposa del presidente Nicolás Maduro, detenidos en EEUU por delitos de narcotráfico.
La medida ha alegrado a las familias y la oposición venezolana ha recibido con beneplácito que estén de vuelta a sus hogares, sin embargo algunos se han desmarcado de la decisión "soberana" de EEUU de pactar con Maduro.
José Vicente Carrasquero, politólogo y consultor en Opinión Pública y Campañas Electorales en América Latina basado en Keiser University en Florida, dijo a la Voz de América que considera que se trata de una situación que genera controversia debido a que, por un lado, se encuentra la alegría de los sectores familiares y por el otro subyace un entramado “delicado”, donde queda en evidencia que “un Estado puede someter a otro” por la vía de “comportamientos indebidos”.
“Para la justicia y el modo de hacer justicia esta es una mala noticia” y, sin precisar su nombre, sugiere que más adelante pudiese darse el caso de que se intercambie por otro grupo de personas al empresario colombiano, Alex Saab, a quien el gobierno de Maduro reconoce como diplomático y es procesado en EEUU por conspiración para blanquear capitales.
A juicio de Carrasquero se “pierde la verticalidad de la justicia por transar con gobiernos que no respetan el estado de Derecho y los DDHH”.
“De primera me parece que el gobierno de Maduro sale fortalecido de esto porque impuso su ley. Básicamente lo que están diciendo es que no importa que cometas atropellos, al final te puedes salir con la tuya”, manifiesta el experto en estrategia política.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo a reporteros el sábado, tras las liberaciones, que el caso de Saab está en manos de la justicia estadounidense. Al ser consultado acerca de si se podría esperar también la liberación de Saab, dijo: "Está en juicio, por lo que lo derivarían [la pregunta] al Departamento de Justicia".
¿Qué podría ocurrir en adelante?
El politólogo y periodista con estudios en American University en Washington, José De Bastos, considera que la acción del sábado evidencia que la política de EEUU hacia Venezuela “está cambiando” y estima que, desde ahora, se podrían ver nuevas maneras de “lidiar” con el gobierno venezolano.
“Lo que veremos, supongo yo, son más gestos en ese sentido. Obviamente si ambos lados siguen acordando, este cambio de política con relación a la de [el expresidente Donald] Trump ha tomado tiempo, ningún lado quiere ceder mucho”, afirma.
Aunque destaca que no se ha evidenciado un levantamiento masivo de sanciones por parte de EEUU y tampoco un cambio significativo por parte del gobierno de Maduro, De Bastos opina que detrás del acuerdo se han registrado diversas conversaciones y encuentros, algunos de conocimiento público.
El politólogo considera que, en el marco de la nueva política de EEUU, podrían continuar negociaciones desde el punto de vista energético.
Respecto a las negociaciones entre la oposición venezolana y el gobierno de Maduro en México, suspendidas en octubre del 2021 tras la extradición a EEUU de Alex Saab, De Bastos ve posible que ocurra algún tipo de “gesto” que impacte a la política venezolana en los próximos días, semanas o meses.
Coincide, además, en que es “imposible” ver en el intercambio un fortalecimiento de la oposición que se encuentra “debilitada” y, desde su punto de vista, en comparación con 2019, cuando Juan Guaidó fue juramentado como presidente interino, el gobierno de Maduro se ha fortalecido.
“Creo yo que la oposición queda un poco a la espera, no tiene demasiadas armas para forzar al gobierno de Maduro a una negociación o a mejorar las condiciones electorales de 2024, por ejemplo, que sería un poco la meta”, explica.
Pragmatismo exagerado
Para el analista político profesor en Caracas de la Universidad Monteávila, Víctor Maldonado, es claro que la política de EEUU es resguardar la integridad de sus ciudadanos, especialmente luego de la publicación del informe de la Misión Internacional de Determinación de los Hechos de Venezuela, que expone que el gobierno de Maduro usa métodos de “tortura”.
“Queda absolutamente claro que para ellos fue materia de urgencia resguardar a sus ciudadanos de cualquier circunstancia que los violentara”, dijo.
Sin embargo, Maldonado considera que el canje es una demostración de la “bancarrota moral” en la que está planteada la relación, pues a la luz de la comunidad internacional -dice el experto- se plantea una negociación directa “sin argumentar” las razones por las cuales se lleva a cabo el canje.
“Es una transacción cuyo silencio es más oprobioso que lo que ocurrió. El signo de los tiempos indica un declive de los fundamentos sobre los cuales EEUU siempre mantuvo su hegemonía, que nunca dejó fuera el hecho de que ellos representaban la libertad, la lucha por la democracia y el privilegio de los DDHH, todo eso parece estar en una especie de paréntesis en este momento”, afirma.
A juicio de Maldonado la oposición venezolana es un “estorbo” para el objetivo de la liberación del país. Considera incluso que se comportan como “amanuenses” de los intereses del gobierno de Maduro.
Además y a pesar de los pronunciamientos desde la Casa Blanca respecto a que la política de Biden hacia Venezuela no ha cambiado, valora que la decisión del mandatario estadounidense se traduce en el “hartazgo” e “indisposición” con los interlocutores de la oposición, a los que califica de “corruptos”, una situación que, considera, podría culminar en un “fiasco reputacional”.
“Luego de 25 años en el cual ellos han estado protagonizando un fracaso tras otro es muy poco lo que se les puede creer. Esta oposición está en mayor bancarrota moral y es irreversible. El régimen ha demostrado que no tiene necesidad de ser interlocutor de una oposición que es un rol dentro de su propio ecosistema", subraya.
Maldonado destaca que, en medio del desafío de Rusia a occidente, Venezuela baja el perfil y, ante su posición geoestrategia y sus reservas petroleras, se vuelve un actor “de conveniencia” para negociar, lo que estará “condicionado” a las circunstancias de ese conflicto, especialmente ante la llegada del invierno y el grado de vulnerabilidad en el que se encuentra la Unión Europea desde el punto de vista del suministro de energía.
“Mientras ese conflicto ocupe buena parte de las preocupaciones del gobierno norteamericano y Europa, Venezuela va a ser vista como un potencial aliado y todo lo demás termina siendo un argumento del cual se puede prescindir por lo menos por un tiempo”, resalta.
Para el economista y presidente de la encuestadora Datanalisis, Luis Vicente León, la negociación que permitió el intercambio de presos es una “excelente noticia en términos de oportunidades para consolidar más acuerdos humanitarios, petroleros y políticos en los próximos meses”.
“Considerando que más del 70 % de los venezolanos están de acuerdo con las negociaciones entre las partes en conflicto y que los temas privilegiados por la gente son los humanitarios y petroleros, el avance en este sentido fortalece la relación del sector político con la población”, escribió en Twitter.
Michael Penfold, experto en políticas públicas y planificación estratégica del Wilson Center, recalcó que desde marzo existe un canal directo entre Caracas y Washington que “pareciera estar funcionando”.
“Lo que acaba de suceder es probablemente el inicio de un quid-pro-quo que debe seguir con los acuerdos humanitarios y energéticos y muy probablemente negociaciones en Ciudad de México”, sostiene Penfold.
Además valoró que se trata de un proceso de “contexto global y regional que cambió”, en el que “nada es aislado” y “tomará tiempo”.
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