El continente americano ha testificado este año como persistentes sequías dejan ver el fondo de lagos y ríos disecados, suelos agrietados; voraces incendios han devastado también bosques uno tras otro durante olas de calor extremo en el oeste de Estados Unidos y Canadá.
También en América Latina los efectos del calentamiento global empiezan a hacer mella en países como Chile, Brasil, Argentina y partes de Perú que han tenido que enfrentar la sequía extrema y persistente, mientras en las zonas tropicales las lluvias han llegado desbordadas.
Este 24 de octubre el mundo conmemora el Día Mundial contra el Cambio Climático, una fecha que llama a reflexionar sobre el impacto del fenómeno asociado con el clima y las pautas de comportamiento humano para agravarlo.
En este contexto, la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó un informe para poner en perspectiva la situación de la región y cómo deberían orientarse las políticas públicas conjuntas para hacer frente al problema.
El estudio Cambio Climático: vida, democracia, justicia, libertad e igualdad analiza la situación y los compromisos que se deben materializar en el corto plazo en la región para que ésta pueda sortear el fenómeno que en algunas zonas del continente americano ha comenzado a activar oleadas migratorias.
En otras deja al descubierto las vulnerabilidades por la acumulación de uno tras otro desastre causado por fenómenos naturales extremos.
“Hay países, como los del Caribe y Centroamérica, que están en el grupo de los que más sufren las consecuencias y al mismo tiempo son los más vulnerables. De no existir condiciones especiales, los países de Centroamérica y el Caribe saldrán de cada shock con más vulnerabilidades y menos capacidades para enfrentar el siguiente”, explica el estudio.
Y esas dinámicas -según el estudio de la OEA- se repiten a escala en cada nación entre la población más vulnerable y se diferencia de quienes tienen más capacidades para hacer frente al problema.
Se considera que entre “los continuos efectos del cambio climático en los Estados miembros de la OEA destaca el daño irreparable y el alto costo que ha tenido, tanto en vidas humanas como en el desplazamiento humano y la destrucción económica”.
La investigación ha cruzado datos de otros informes surgidos en las diferentes regiones del continente, aportes de expertos que han sistematizado la información y las visitas que misiones intergubernamentales han realizado para evaluar el fenómeno ante “los graves desafíos que ya enfrentan los Estados miembros de la OEA, y la forma en que se pueden agravar si los factores que causan el cambio climático no son contrarrestados”, reza el documento.
Alerta roja desde de la ONU
Al presentar las perspectivas globales sobre Cambio climático este año, la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que las proyecciones anteriormente previstas para 2050 se han adelantado dos décadas con lo que el reto es atajar los efectos antes de 2030.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero llegan a un punto máximo en tres años, y de ahí tienden a bajar a la mitad para el año 2030 el mundo podría respirar un tanto más tranquilo. De lo contrario, la población global continúa en una escalada de impactos climáticos extremos, según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
El informe consolidado de la ONU Cambio climático 2022: Mitigation of Climate Change, indica que de no tomarse medidas urgentes la humanidad no logrará frenar el calentamiento global de 1,5 grados centígrados previsto en las metas del conglomerado de naciones.
Esto sería suficiente -según los expertos del organismo mundial- para experimentar más incendios forestales, sequías extremas, tormentas y otras calamidades climáticas. Y de continuar las tendencias actuales de uso de energías fósiles, para el año 2100 se habrá llegado a los 3,2 grados más de calentamiento, indica el informe.
"Es ahora o nunca, si queremos limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados (…) Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones en todos los sectores, será imposible", advirtió en su momento Jim Skea, copresidente del grupo de expertos que desarrolló el estudio.
“El aumento de olas de calor, sequías e inundaciones ya ha superado los umbrales de tolerancia de las plantas y los animales, y ha provocado la mortalidad en masa de diversas especies, como árboles y corales. Estos fenómenos meteorológicos extremos se producen de manera simultánea, lo cual genera impactos en cascada que resultan cada vez más difícil controlarlos”, reza ese informe.
Y al localizar las regiones más afectadas, la ONU señaló que el fenómeno climático ha impactado a millones de personas que han quedado expuestas a una “situación de inseguridad alimentaria e hídrica”, especialmente en África, Asia, centro y Sudamérica.
Medidas urgentes
Para abordar el problema sobre la marcha y a falta de planes concretos de prevención el informe presentado para esta fecha por la OEA apela a la creación de una ventanilla con condiciones especiales de financiamiento y políticas de cooperación actualizadas para los países miembros del organismo.
“Proponemos que deberían tener una ventanilla especial con condiciones especiales en todas las instituciones financieras” ya que en cada desastre, la situación de cada país depende del grado de exposición y de las vulnerabilidades que reducen la capacidad de recuperación y de respuesta, reitera.
Los expertos coinciden en que también se debe crear un fondo especial para financiar estudios centrados en los desafíos del cambio climático para los países centroamericanos y del Caribe.
Otra propuesta es aliviar la deuda externa, cuyo peso dificulta a 13 países de la región latinoamericana para financiar planes de prevención contra el fenómeno global y hacer frente a la destrucción que suponen los desastres causados por fenómenos naturales extremos.
Sobre todo, el estudio de la OEA insta también a “iniciar una campaña de mayor conciencia entre las instituciones internacionales sobre la grave situación de Centroamérica, especialmente en los países del Triángulo Norte, la cual está produciendo refugiados como consecuencia de los efectos dañinos del cambio climático”.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo al presentar el estudio que la humanidad ha superado con anterioridad desafíos a gran escala y que esta es una oportunidad para que desde las generaciones actuales se haga frente.
“El desafío que nos presenta el cambio climático, y es imperativo que lo contrarrestemos. Y esa obligación moral se redobla especialmente porque las poblaciones más afectadas por sus efectos son las más vulnerables, las más desfavorecidas, las que tienen menos capacidad para protegerse”, puntualizó.
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