Yadira Lugo tiene cáncer de mama. Hace cinco meses se sometió a una intervención quirúrgica y debe recibir radioterapia, pero no tiene seguro médico y el presupuesto más económico en una clínica privada de Venezuela le sobrepasa los 4.500 dólares, una cifra que, dice, no puede costear.
Lugo explica que las listas de espera para radioterapia en el único hospital público de Caracas que según ella actualmente ofrece el tratamiento, son “inmensas”.
“Yo le diría al presidente que tome cartas en el asunto, que vaya, vea y verifique”, dijo la mujer a los periodistas en las inmediaciones del centro oncológico Luis Razetti, donde la máquina de radioterapia se encuentra “dañada”.
Ella no se queja de la atención que ha recibido en ese hospital en el oeste de Caracas, pero advierte que parte de las instalaciones están “dañadas”.
Como ella, decenas de mujeres que en Venezuela padecen la enfermedad, y especialmente en octubre, mes de la lucha contra el cáncer de mama, destacan la situación y expresan preocupación ante posibles recaídas por la imposibilidad de cumplir sus tratamientos.
La clave: educación e información
Los organismos oficiales no publican cifras oficiales desde 2013, situación que ha llevado a diversas organizaciones a esforzarse para levantar estadísticas y exponer una situación que se ha ido “agravando” con el paso de los años.
De acuerdo con la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), el cáncer es la segunda causa de muerte después de las enfermedades cerebrovasculares.
El estudio “Mortalidad e incidencia del cáncer en Venezuela 2021”, un trabajo conjunto de la Sociedad Anticancerosa con el Centro de Estadística y Matemática de la Universidad Simón Bolívar (USB) revela que cada año en el país mueren 30.100 pacientes con cáncer, lo que se traduce en 3 pacientes por hora.
Puntualmente, en el caso de las mujeres, el cáncer de mama es la primera causa de muerte oncológica, seguido del cáncer de cuello uterino.
Según el Observatorio Mundial del Cáncer, plataforma del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020, entre 3.000 y 3.500 mujeres murieron de cáncer de mama en Venezuela.
Al respecto, Juan Saavedra, gerente general de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela afirma que en América Latina y específicamente en Venezuela, no se está haciendo suficiente diagnóstico temprano, clave para aplicar tratamiento y curar el cáncer de mama, e insiste en que la educación e información son fundamentales.
“Cuando el diagnóstico es tardío, por supuesto el pronóstico y la sobrevida es menor. Si hacemos una mamografía a todas las mujeres a partir de los 35 años en conjunto con un eco mamario podemos detectar lesiones muy pequeñas, muy precoces e incluso precancerosas y ser curativo en más del 95% de los casos”, explicó.
Consultado sobre la situación de tratamiento en Venezuela, Saavedra sostiene que es público, notorio y comunicacional que en el ámbito público nacional “hay problemas”, debido a que muchos equipos de radioterapias no están operativos y, en el caso de las quimioterapias, a los pacientes se les dificulta aplicárselas con el ritmo y periodicidad requerida.
“Los equipos de imágenes que son tan importantes, mamógrafos, tomógrafos etc., también hay bastantes problemas en el contexto público que debe mejorarse. Creo que hay voluntad de mejorar esto, pero todavía hay muchas deficiencias que mejorar”, comentó.
El sector privado funciona con normalidad, pero no es económico en un país donde el 76, 6% de la población vive en la pobreza extrema, según la más reciente Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi).
“Una mujer necesita entre 40 y 120 dólares sólo para realizarse una mamografía en un centro de salud privado, porque a nivel público no lo hay”, cuestionó el miércoles la medico Hilda Rubí, coordinadora Nacional de Salud y Bienestar Social del partido Un Nuevo Tiempo (UNT).
Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos por Venezuela, coincide en que los pacientes oncológicos son unos de los más afectados por la situación en el país ante las deficiencias.
“Lamentablemente al no haber los medicamentos y al no funcionar la totalidad de las 21 unidades de radioterapia, están llegando pacientes con estado avanzado de la enfermedad”, dijo a la Voz de América, y recordó que en el pasado se hacían diagnósticos precoces en el país.
Representantes de varias organizaciones dedicadas a dar apoyo a pacientes con cáncer de mama sostienen que los “no se cumplen” los decretos de la Organización Mundial de la Salud, que establecen que cuando una mujer es diagnosticada, máximo en 90 días debe iniciar el tratamiento.
Diversos especialistas de hospitales públicos coinciden en que en Venezuela puede pasar un año o más para que una mujer con cáncer de mama pueda ser atendida.
Esa realidad contradice el artículo 84 de la Constitución venezolana, que establece que el sistema público nacional de salud “dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad” y también hace referencia al principio de gratuidad.
La directora general de salud del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Milagros Montilla, informó el martes sobre el lanzamiento de una farmacia dedicada a la atención de patologías oncológicas, que atenderá a unas 2.300 mujeres domiciliadas en Caracas.
Ese mismo día, el presidente Nicolás Maduro anunció la “creación y puesta en marcha”, de una campaña comunicacional de prevención y formación dirigida a la población femenina.
Activistas humanitarios e instancias internacionales han denunciado la Emergencia Humanitaria Compleja (EHC) existente en el país desde 2015, que ha influido en la decisión de muchos de los 7,1 millones de venezolanos que han migrado en busca de una mejor calidad de vida.
De acuerdo con el más reciente informe de HumVenezuela, una plataforma constituida por 90 organizaciones de la sociedad civil que monitorean la EHC en Venezuela, en el sector salud 19,1 millones de personas requerían recuperar servicios inoperativos en el sistema sanitario, siendo más urgente para 10,7 millones con afecciones de salud muy graves.
“De estas, 8,4 millones enfrentaba grandes dificultades para recibir atención médica y 4 millones no la recibió en los últimos 6 meses. Además, para 9,3 millones las medicinas eran inaccesibles, y 3,1 millones no contó con tratamientos en el mismo período”.
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