El gobierno y la oposición de Venezuela planean reanudar los diálogos en México a partir de este mes, después de un largo retraso, donde se espera que se concentren en negociar las condiciones para una elección presidencial, entre otros puntos, dijeron cuatro fuentes cercanas a las conversaciones.
Las delegaciones que representan al presidente Nicolás Maduro y a la oposición no lograron avanzar el pasado año en los acuerdos para poner fin a la profunda crisis política del país, que ha avivado una ola migratoria, a veces caótica, de más de 7 millones de personas.
"Estamos trabajando para reanudar el proceso de diálogo en noviembre", dijo una de las fuentes.
En las conversaciones, una vez más bajo la facilitación de Noruega, se abarcarán las elecciones presidenciales, el estatus de cientos de presos políticos, las sanciones de Estados Unidos a Venezuela y un "acuerdo social" para brindar ayuda humanitaria y con el que se buscarían usar 3.000 millones de dólares mediante un fondo administrado por la ONU.
La reanudación del diálogo se ha retrasado repetidamente por desacuerdos sobre los términos, especialmente los relacionados con las elecciones, un tema que podría forzar cambios de última hora, incluida la posibilidad de posponer su discusión para una segunda reunión, dijo una de las fuentes.
Una fuente de la cúpula del Parlamento venezolano electo en 2015, que la oposición defiende como la única institución legítima que queda en el país desde enero de 2019, confirmó a la Voz de América que la reanudación del diálogo en Ciudad de México es cuestión de días.
“Es inminente. La idea es arrancar con el acuerdo social y desembocar de inmediato en lo político”, aseguró la fuente al mediodía de este miércoles bajo condición de anonimato por no estar autorizada para declarar sobre el proceso.
La oposición insiste en la urgencia de retomar las negociaciones, facilitadas por el Reino de Noruega, para acordar mejoras en las condiciones y garantías electorales de cara a las próximas votaciones presidenciales, que deben celebrarse en 2024, si bien altos voceros del chavismo han sugerido que podrían realizarse antes, incluso en 2023.
Se prevé, sin embargo, que el primer punto de la agenda al retomar las negociaciones sea un acuerdo entre las partes para que organismos de las Naciones Unidas administren un fondo de cerca de 3.000 millones de dólares para atender la emergencia humanitaria que atraviesa Venezuela desde hace años.
Los fondos provendrían de activos venezolanos confiscados o congelados en el extranjero, según otra fuente entendida de las conversaciones para reanudar el diálogo.
La negociación en Ciudad de México se interrumpió hace un año, en octubre de 2021, cuando la delegación oficialista se retiró en reclamo por la extradición del empresario colombiano Alex Saab, a quien el chavismo identifica como miembro de su misión para esas conversaciones y enviado especial con rango diplomático del gobierno de Nicolás Maduro para asuntos humanitarios.
El proceso se suspendió entonces con solo un acuerdo total entre las partes, referido a la reivindicación del derecho territorial de Venezuela sobre la Guyana Esequiba, y otro parcial para establecer una mesa de diálogo social con el fin de ejecutar planes humanitarios en beneficio de la población.
Actores de la política venezolana, esencialmente del antichavismo, y de la comunidad internacional —como los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea— han pedido reiteradamente el retorno del diálogo a fin de destrabar la crisis política, económica y social de la nación suramericana.
Las informaciones sobre el inminente regreso del diálogo en México se conocen dos semanas luego de una reunión en Washington entre integrantes de la delegación opositora y altos oficiales del Departamento de Estado, entre ellos el subsecretario de Estado para asuntos del hemisferio occidental, Brian Nichols, y un mes después de que los gobiernos de Venezuela y EEUU intercambiaran detenidos —siete estadounidenses y dos venezolanos sobrinos de la pareja presidencial.
La reanudación del diálogo se adelanta además al inicio de un mes clave para la posible flexibilización de sanciones a la industria petrolera venezolana por parte de EEUU.
En noviembre vence la licencia otorgada por el Departamento del Tesoro norteamericano a la empresa Chevron para operar con limitaciones en la nación suramericana, si bien existe la expectativa de un permiso más amplio para la explotación y comercialización de crudo venezolano por parte de firmas extranjeras en el marco de la crisis energética global provocada por la agresión de Rusia contra Ucrania.
* Con reporte de Reuters. Los periodistas de VOA Gustavo Ocando Alex y Adriana Núñez Rabascal colaboraron desde Venezuela
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