Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea impusieron nuevas sanciones el lunes a clérigos, altos funcionarios y empleados de alto rango de medios estatales de Irán por la brutal represión contra los manifestantes, al igual que a expertos que se cree están relacionados con al suministro de drones explosivos a Rusia para ser usados en la guerra contra Ucrania.
Los ministros impusieron prohibiciones de viaje a Europa y congelaron los bienes de 20 individuos. También congelaron los activos de la Emisora de la República Islámica de Irán, señalando que el medio de comunicación era un “portavoz” de “la respuesta violenta a las protestas recientes en Irán”.
Las mujeres iraníes —y algunos hombres— han protestado por las severas restricciones del gobierno en su vida cotidiana desde finales de septiembre, tras la muerte de Mahsa Amini, una mujer de 22 años, quien fue arrestada por presuntamente violar el estricto código de vestimenta de la República Islámica.
Irán ejecutó el lunes a un segundo preso condenado por crímenes cometidos durante las protestas a nivel nacional contra la teocracia del país, colgándolo públicamente de una grúa de construcción como una espantosa advertencia para la población.
En un comunicado, los ministros de la UE exigieron a Irán “que termine de inmediato la práctica enérgicamente condenable de imponer y ejecutar sentencias de muerte contra los manifestantes, y que anule sin demora las recientes sentencias de pena de muerte que se han dictado”.
Los ministros también criticaron a Irán por entregar drones a Rusia, señalando que “las armas proporcionadas por Irán son utilizadas indiscriminadamente por Rusia contra la población civil y la infraestructura de Ucrania, causando una destrucción horrenda y el sufrimiento humano”.
Cuatro personas y cuatro “entidades” —que suelen ser agencias, medios de comunicación, compañías u organizaciones— fueron sancionadas “por socavar o amenazar la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania”.
Las defensas aéreas de Ucrania, reforzadas por Occidente, han dificultado que Rusia haga uso de aviones de combate y los drones explosivos son un arma barata capaz de buscar y destruir objetivos mientras siembra el miedo entre soldados y civiles.
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