El gobierno de Venezuela anunció este martes el inicio de conversaciones con el Reino de Países Bajos para concretar la reapertura “gradual” de sus fronteras marítimas y aéreas con Aruba, Curacao y Bonaire, islas consideradas entre los principales destinos turísticos y migratorios de los venezolanos.
El anuncio ocurre un día después de que el gobierno de Nicolás Maduro ordenara la reapertura completa de las fronteras con Colombia a partir del 1 de enero de 2023, a lo que el jefe de Estado venezolano se refirió como “un regalo de año nuevo” para los pueblos fronterizos de ambos países, y adelantó que este martes se develaría una “buena noticia” con respecto a Países Bajos.
“Siguiendo instrucciones del presidente Nicolás Maduro y luego de importantes conversaciones con el Reino de los Países Bajos, hemos acordado iniciar las discusiones técnicas para la apertura gradual de las fronteras marítimas y aéreas con las islas Aruba, Curazao y Bonaire”, publicó en Twitter el canciller venezolano, Carlos Faría.
El gobierno de Maduro cerró en febrero de 2019 las fronteras con las llamadas “Islas ABC” en el Mar Caribe, en medio de tensiones diplomáticas por la juramentación del líder opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
La oposición contó con el apoyo de medio centenar de países a su argumento de que la reelección de 2018 de Maduro había sido ilegal y fraudulenta. Naciones europeas, entre ellas Países Bajos, reconocieron a Guaidó como mandatario encargado.
Guaidó y los partidos que le respaldan intentaron entonces llevar hasta Venezuela la ayuda humanitaria que se recopilaba en centros de acopio de países vecinos, entre ellos Brasil, Colombia y las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curazao.
El oficialismo venezolano denunció que aquella era una estrategia para generar caos dentro de Venezuela y forzar una invasión armada de fuerza extranjeras para derrocar a Maduro.
Todos los zarpes y vuelos desde y hacia las llamadas “Islas ABC” quedaron suspendidos.
Restricciones a la migración
Las autoridades de las islas, dependientes del Reino de los Países Bajos, han expresado preocupaciones por la migración ilegal de venezolanos hacia sus territorios, así como del presunto contrabando de cobres y metales, catalogados como “material estratégico".
Los vuelos comerciales entre ciudades venezolanas como Caracas, Maracaibo o Punto Fijo hasta las islas de Aruba y Curazao duran apenas entre 45 y 50 minutos.
Desde hace tres años, los venezolanos deben tener visas para poder ingresar al Caribe Neerlandés, que incluye a Aruba, Curazao y Bonaire, aunque hay excepciones para los venezolanos con permiso de residencia o de ingreso a Estados Unidos y Canadá, visado Schengen, los que están en tránsito aeroportuario, en una escala en crucero, o tengan permiso de residencia en Martinica y San Martín.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, una de cada seis personas en Aruba y una de cada 10 en Curazao son venezolanos.
Trabajo “fluido”
Según el canciller Faría, Países Bajos y Venezuela acordaron este martes “su voluntad de trabajar conjuntamente en la implementación y ejecución de la reapertura gradual de la frontera entre Venezuela y las partes caribeñas del Reino”.
Faría catalogó la decisión como parte del “interés mutuo de fomentar el intercambio económico, social y de otra índole”.
Ambas naciones acordaron este martes “mecanismos de trabajo” para tratar esa reactivación de fronteras "de manera coordinada y fluida" y prometieron “hacer esfuerzos conjuntos para garantizar la seguridad en la frontera entre ambos países”.
Las relaciones entre las dos naciones han vivido sobresaltos durante el gobierno de Maduro, que juró como presidente en 2013. En 2014, las autoridades detuvieron al cónsul designado de Venezuela y exjefe de la contrainteligencia militar, Hugo “El Pollo” Carvajal, por acusaciones de narcotráfico en Estados Unidos.
La oposición acusó entonces a los Países Bajos de haber cedido a las presiones del gobierno de Maduro para liberar a Carvajal, quien luego cayó en desgracia con la dirigencia del chavismo. Carvajal se encuentra detenido en Madrid, España, luchando legalmente para evitar su extradición a EEUU.
Aruba, Curazao y Bonaire son estados autónomos, pero el Reino de los Países Bajos dicta las directrices en asuntos como defensa nacional, ciudadanía y relaciones exteriores.
Países Bajos es, además, uno de los dos países acompañantes de las negociaciones políticas entre el chavismo y la oposición que se reanudaron en noviembre pasado en Ciudad de México.
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