Las fuerzas militares rusas cañonearon el domingo el centro de Jersón, la importante ciudad de la que los soldados rusos se retiraron el mes pasado en uno de los mayores reveses de Moscú en el campo de batalla en Ucrania.
Tres personas resultaron heridas en los ataques, dijo el subjefe de despacho presidencial Kyrylo Tymoshenko.
Desde su retirada, las tropas rusas han atacado con frecuencia la ciudad sureña y la región circundante. El gobernador regional, Yaroslav Yanushevych, dijo este domingo que Rusia había lanzado 54 ataques con cohetes, morteros y tanques durante el día anterior, que mataron a tres personas e hirieron a seis.
Mientras tanto, en Rusia, el gobernador de la región de Belgorod, Vyacheslav Gladkov, dijo el domingo que una persona murió y ocho resultaron heridas por un cañoneo ucraniano contra la región, que se encuentra a lo largo de la frontera norte de Ucrania.
En la última fase de la guerra que comenzó Rusia hace casi 10 meses, las fuerzas de Moscú han estado atacando fuertemente la infraestructura de uso civil, como las que suministran agua y electricidad, lo que ha agravado el sufrimiento de los ucranianos a medida que llega el invierno.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, aprovechó la final de la Copa del Mundo de fútbol este domingo para denunciar la guerra.
“Esta Copa del Mundo demostró una y otra vez que diferentes países y diferentes nacionalidades pueden decidir quién es el más fuerte en el juego limpio, pero no en el juego con fuego, en el campo de juego verde, no en el campo de batalla rojo”, declaró Zelenskyy en un video en inglés emitido horas antes de la final de Qatar entre Argentina y Francia.
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