El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, informó el miércoles que la agencia está “muy preocupada” ante los crecientes de reportes de casos graves de coronavirus en toda China después de que el país dejó de lado en buena medida su política “cero COVID”, advirtiendo que sus bajas tasas de vacunación podrían resultar en un gran número de infecciones entre personas vulnerables.
Añadió en conferencia de prensa que la agencia de la ONU requiere de mayor información sobre la severidad del COVID-19 en China, en particular en cuanto a las admisiones en hospitales y pabellones de terapia intensiva “a fin de realizar una evaluación exhaustiva de riesgos sobre la situación”.
“La OMS está muy preocupada en cuanto a la situación cambiante en China con el aumento de reportes de cuadros graves”, dijo Tedros. Añadió que si bien los decesos por COVID han caído en más de un 90% desde su pico global, aún había demasiadas incertidumbres sobre el virus para llegar a la conclusión de que la pandemia había terminado.
Algunos científicos han advertido que la propagación sin control de COVID-19 en China podría dar origen a nuevas variantes, las cuales podrían echar de lado el progreso que se ha registrado en todo el mundo para controlar la pandemia.
“La vacunación es la estrategia de salida para ómicron”, dijo el director de emergencias de la OMS, el doctor Michael Ryan.
Ryan dijo que el explosivo crecimiento de casos en China no se debe exclusivamente al retiro de muchas de las políticas restrictivas en el país y que era imposible detener el contagio de ómicron, la variante más infecciosa que se haya visto de COVID-19 hasta ahora.
Indicó que las tasas de vacunación entre los mayores de 60 años en China están muy por debajo en comparación con muchos otros países y que la eficacia de las vacunas de fabricación china era de un 50 %.
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