Guatemala ha entrado en zona de alto riesgo para la libertad de expresión y el libre ejercicio del periodismo en Latinoamérica según un estudio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Según el Índice de Chapultepec -encargado por la SIP- la situación en el país centroamericano se acerca en la escala a la gravedad de Venezuela, Nicaragua y Cuba, países que han permanecido en rojo en los tres años que se ha realizado este estudio.
En Guatemala, por ejemplo, permanece encarcelado José Ruben Zamora, presidente de elPeriódico y existen procesos judiciales abiertos contra otros periodistas.
El índice ubica en escala de colores los países según la situación sobre libertad de expresión y de prensa, y los colores van desde el gris al rojo, pasando por el verde, el amarillo y el morado.
Al segmentar la situación de los medios y periodistas, el estudio ha marcado en rojo a México en cuanto a la impunidad. Ese país cerró 2022 con el mayor número de periodistas asesinados en los 30 años que se llevan registros, con al menos 16 de los 42 comunicadores ultimados en todo el continente el año recién pasado.Este barómetro se desarrolla a partir de la medición de las acciones dentro de los países sobre los derechos de acceso a la información, las garantías para el ejercicio del periodismo, el respto a la integridad de los periodistas y la actividad de los medios de comunicación.
“El índice refleja los factores que influyen en la libertad de prensa de acuerdo a cuatro dimensiones: Ciudadanía informada y libre de expresarse; Ejercicio del periodismo; Violencia e impunidad y Control de medios”, explico la SIP al difundir el resultado.
Este barómetro también mide la influencia que los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial en los países y cómo pueden influenciar las garantías de informar sin restricciones.
Una "política de Estado"
El periodista venezolano Carlos Roa, radicado en Estados Unidos y exdirectivo del Colegio Nacional de Periodistas de Venezuela dice a la Voz de América que lamenta ver su país “en los peores niveles” de ese indicador, y que está claro que la situación “forma parte de una política de Estado”.
Roa reseña que en el año recién finalizado se cerraron en Venezuela 78 estaciones de radio por orden de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.
“Invito a nuestros colegas a observar la situación venezolana porque se puede volver, como de hecho a sucedido, que es un modelo para otras naciones para reprimir la libertad y el ejercicio periodístico”, opina.
Sin embargo, a inicios del mes pasado, ante la publicación un informe que registraba 389 ataques contra la libertad de expresión desde que se inició la presidencia de Alejandro Giammattei, en 2020, el gobierno guatemalteco aseguró que estos cuestionamientos son irresponsables y que “no existe ningún mecanismo de censura, ya que diversas plataformas informativas publican diariamente múltiples notas críticas que muchas veces carecen de veracidad”, según reportó AP.
La SIP, organismo que aglutina a cientos de medios de comunicación de todo el continente americano dijo que contrató para desarrollar este informe a la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Venezuela, el que contó con un equipo de académicos de comunicación y otras disciplinas de las ciencias sociales.
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