El excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles dijo estar “absolutamente de acuerdo” con la celebración de una primaria para definir al candidato de la oposición que se medirá con el aspirante del oficialismo en las elecciones presidenciales previstas para 2024.
“Creo que eso no tiene ni discusión. Me parece que hablar de eso y tratar de descalificarlo al único que ayuda es a (el presidente Nicolás) Maduro”, afirmó Capriles, dos veces candidato presidencial y quien en 2017 fue inhabilitado para ejercer cargos políticos por 15 años.
La reacción surgió al ser consultado sobre los señalamientos del dirigente opositor en el exilio Leopoldo López, quien la semana pasada lo acusó de no estar interesado en la celebración de primarias presidenciales.
“Yo no creo que Manuel Rosales quiere primarias, creo que Henrique Capriles tampoco quiere primarias, creo que están interesados en que este proceso simplemente se arrastre y se convierta en un hecho político buscar un candidato por consenso”, expresó López.
Capriles subrayó que es necesario “concentrar” esfuerzos en la crisis que atraviesan los venezolanos y no en discusiones internas.
“Insisto que los esfuerzos tienen que ir a eso, a que se aumenten los salarios, seguir en la búsqueda de la recuperación económica del país y, a la par, trabajar todos los procesos políticos que haya que trabajar”, reiteró el lunes en declaraciones a medios extranjeros.
Respecto a las primarias, Capriles sostuvo que, en términos de su ejecución, deben ser “lo más parecido a una elección presidencial”, pero sobre la participación de los venezolanos en el exterior, precisó que no debe haber “demagogia”.
“Creo que hay que dar una lucha para que quienes están en el exterior puedan inscribirse, hacer su formalización ante los consulados, las embajadas para que puedan votar en la elección presidencial. Aquí se trata no de participar en una primaria y después no poder votar en una elección presidencial, hay que hablarle con la verdad a la gente”, comentó.
La incertidumbre continúa marcando el panorama político en Venezuela, especialmente tras las advertencias del gobierno sobre un posible adelanto de las elecciones presidenciales y ante la posibilidad de que se renueve la directiva del poder electoral, a pesar de que, según diversos sectores, no hay “justificación”, entre otras cosas porque no ha cumplido el período establecido en la Constitución.
Venezuela atraviesa una compleja crisis institucional desde el 2019 cuando, argumentando que las elecciones de 2018, en las que Maduro resultó reelegido, fueron “fraudulentas”, Juan Guaidó, se juramentó como presidente interino de Venezuela y fue reconocido por decenas de países que impusieron sanciones y apoyaron la estrategia de “protección de activos” en el exterior, pero en la práctica, el gobierno de Maduro nunca dejó de ejercer el poder.
La fragmentación de la oposición quedó expuesta cuando en diciembre el Parlamento de mayoría opositora que, por tercera vez consecutiva extendió su mandato, decidió disolver al interinato dejar en el ejercicio de funciones al Consejo de Administración y Protección de Activos.
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