Estados Unidos dijo el lunes que aún no conoce el origen de los tres objetos que volaban a gran altura y fueron derribados en los últimos días cuando volaban a la deriva impulsados por los vientos sobre América del Norte.
El gobierno informó que no cree que los objetos fueran artefactos de vigilancia, aunque ha dejado abierta esa posibilidad.
"No tenían propulsión”, dijo el portavoz del Consejo Nacional de Seguridad John Kirby a los reporteros en la Casa Blanca. “No eran maniobrados. No tenían (capacidad) de vigilancia, pero no podemos descartarla”.
"Estamos en una especie de terreno desconocido en todo eso”, añadió.
Explicó que los fragmentos de los tres objetos cayeron “en lugares remotos de difícil acceso”: hielo en la costa del extremo noroeste de Alaska, el territorio del Yukón en el noroeste de Canadá y en las profundidades del lago Hurón, en la frontera entre EEUU y Canadá.
Según el secretario de Defensa, Lloyd Austin, el personal estadounidense aún no ha recuperado ningún fragmento de los tres objetos.
Austin dijo a los reporteros el lunes en Bruselas, donde se encuentra en una reunión de la OTAN, que el clima ha dificultado los esfuerzos en Alaska y que el apartado terreno en Canadá está afectando la búsqueda allí.
La prioridad del Pentágono, señaló, es “recuperar fragmentos para poder tener una mejor idea de qué eran esos objetos.
Kirby declinó referirse a los tres objetos como globos.
"No sabemos de quién eran”, dijo, en contraste con el globo chino que fue derribado el 4 de febrero sobre el océano Atlántico cerca de las costas de Carolina del Sur después de atravesar el territorio de EEUU por ocho días.
China sigue insistiendo que el globo era un dispositivo de investigaciones climáticas que se salió de su trayectoria arrastrado por los vientos, pero los funcionarios estadounidenses afirman que las partes que han recuperado del suelo oceánico demuestran que era una misión de reconocimiento.
Los militares del Comando Norte dijeron en un comunicado el lunes que las cuadrillas han recuperado “suficientes fragmentos, entre ellos el sensor principal, piezas electrónicas y secciones grandes de la estructura”.
Kirby dijo que el presidente Joe Biden ha priorizado que se determine el origen y el propietario de los tres objetos derribados por pilotos militares por orden suya, o en el caso del que cayó en el Yukón, en consultas con el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
También dijo que los tres objetos fueron derribados porque presentaban una “amenaza real” a la aviación civil, ya que los dos cerca de Alaska y el Yukón se desplazaban a unos 12.000 metros de altura y el del lago Hurón a la mitad.
Después del descubrimiento del globo chino, los radares de EEUU fueron recalibrados para encontrar más objetos.
"Una de las razones por la que estamos viendo más es que los estamos buscando más”, afirmó.
Anteriormente, Kirby rechazó la acusación de China de que EEUU había volado más de 10 globos sobre su territorio.
Ambos países despliegan satélites espía, pero un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, acusó a Estados Unidos de volar los globos sobre China, aunque no dio detalles sobre cómo se habían manejado o si tenían supuestos vínculos con el gobierno de Estados Unidos.
"No es cierto. No lo hacemos. Absolutamente no es cierto", dijo a MSNBC el coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby. "No estamos volando globos sobre China".
Tanto Kirby, como la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aclararon que la inusual actividad durante el fin de semana nada tenía “que ver con alienígenas o extraterrestres”.
El domingo, según reportes de Reuters, un general de la Fuerza Aérea de EEUU dijo que no descartaba extraterrestres como explicación relacionada con los objetos.
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