El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo el miércoles que espera que el exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, hallado culpable en Estados Unidos de aceptar sobornos de cárteles del narcotráfico, testifique si recibió órdenes de los exmandatarios Felipe Calderón y Vicente Fox, fuertes críticos de su gobierno.
Durante su conferencia matutina, López Obrador sostuvo que espera que tras el veredicto García Luna declare como testigo e informe si obedecía mandatos de los exmandatarios “o informaba a los expresidentes" de su accionar.
En el sexenio de Calderón (2006-2012) García Luna dirigió la política de seguridad, mientras que durante el gobierno de Fox (2000-2006) encabezó la extinta Agencia Federal de Investigaciones.
El mandatario planteó que también sería favorable para México y Estados Unidos que García Luna informe sobre sus vínculos con las autoridades estadounidenses.
López Obrador descartó que el caso de García Luna, el primer alto exfuncionario mexicano juzgado en una corte estadounidense, pueda afectar la imagen de México, e indicó que ayudará a “seguir limpiando la corrupción”, que ha sido una de sus consignas durante su gestión que se inició en 2018. “Debe quedarnos como enseñanza que nunca más se deben repetir estos hechos”, agregó.
Al referirse al comunicado que difundió Calderón horas después del veredicto -en el que distanció de las acciones de su excolaborador de seguridad-, López Obrador afirmó que el expresidente se fue por la "tangente” al no responder los interrogantes sobre el caso.
“¿Cuál es la explicación que les va a dar al pueblo de México sobre el por qué nombraste a García Luna y si sabías o no sabías?", agregó.
El gobernante también aprovechó para criticar al opositor Partido Acción Nacional (PAN), que integraron Calderón y Fox, y al Poder Judicial por la sentencia a favor de la esposa del exsecretario, Linda Pereyra Gálvez, para desbloquear una cuenta bancaria que tenía congelada desde hace más de tres años tras un proceso que inició la Fiscalía General en su contra por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
García Luna, de 54 años, fue declarado el martes por un jurado anónimo de una corte federal de Nueva York culpable de participar en una empresa criminal continua y podría ser condenado a entre 20 años de cárcel y cadena perpetua en una audiencia de sentencia prevista para el 27 de junio.
Horas después del anuncio del veredicto Calderón expresó en un comunicado que el caso de García Luna no demerita la lucha de miles de policías, militares, fiscales, jueces y otros servidores públicos y aseguró que en el entorno de polarización que se vive en México, la sanción al exsecretario “está siendo ya usada políticamente para atacarme”.
“Jamás negocié ni pacté con criminales. Jamás usé la investidura presidencial para abogar por sus intereses”, sostuvo Calderón al defender su gestión y agregó que combatió a todas las organizaciones criminales, incluido el Cártel de Sinaloa, que según declararon testigos en el juicio fue protegido por García Luna a cambio de sobornos.
El expresidente añadió que contó con el apoyo y reconocimiento de Estados Unidos en el marco de las iniciativas de cooperación en materia de seguridad.
Sobre las repercusiones que podría traer el veredicto Rubén Salazar, director la firma local de análisis político y estrategias Etellekt Consultores, dijo a The Associated Press que la información y acciones judiciales que vendrán tras el veredicto ocasionarán un “cisma” que podría alcanzar a muchas autoridades y políticos de todas las fuerzas, incluido el partido gobernante.
“No es un juicio contra García Luna, sino contra la narcopolítica mexicana”, indicó Salazar y agregó que “toda la clase política en estos momentos está temblando” porque teme que Estados Unidos también podría iniciar procesos contra ellos.
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