Hogares destrozados por la separación y pocas esperanzas para el regreso a su patria, así define el gobierno de Polonia la situación de los refugiados ucranianos a los que Varsovia y otras tres importantes ciudades polacas han dado abrigo desde que comenzó la guerra en febrero de 2022.
El gobierno polaco presentó el jueves su estrategia para dar respuesta a los refugiados que huyen de la ofensiva rusa en Ucrania.
La respuesta humanitaria está desglosada en dos en dos vías: el denominado 'Plan de Respuesta Humanitaria' y el 'Plan Regional de Refugiados de Ucrania'.
Con un vínculo estrecho con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) el plan busca “garantizar el acceso de los refugiados al estatus de protección y los derechos de forma no discriminatoria”, ofrecerles mayores oportunidades sociales y económicas, una mayor protección comunitaria y lograr que la imbricación en las comunidades de acogida.
En un informe a mitad de 2022, ACNUR estimó que hasta finales de junio había al menos 5,5 millones de refugiados ucranianos en Europa, con otros 7,1 millones de personas desplazadas dentro de Ucrania.
Para poder dar asistencia a unos 2 millones de refugiados, Polonia calcula que necesitará un presupuesto de más de 700 millones de dólares.
Los requerimientos financieros están destinados al apoyo en el sector de salud, educación, protección civil, planes de inclusión social y necesidades básicas, entre otros aspectos.
En 2022, por ejemplo, la ayuda humanitaria incluyó asistencia financiera en efectivo para 600.000 personas que huyeron de la guerra. También 235.000 niños recibieron educación y 10.000 personas recibieron entrenamiento para estas labores.
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