El expresidente de Estados Unidos Donald Trump fue acusado formalmente el jueves por un gran jurado en Manhattan, Nueva York, después de una investigación sobre el dinero pagado para silenciar a la estrella del cine porno Stormy Daniels.
Trump se convierte así en el primer expresidente estadounidense en enfrentar cargos criminales. El precandidato presidencial no tardó en reaccionar a la noticia.
"Esto es la persecución política e injerencia electoral del más alto nivel en la historia", señaló el exmandatario, a través de un comunicado. "Los demócratas han mentido, engañado y robado en su obsesión por 'cazar a Trump', pero ahora han hecho lo impensable: presentar cargos contra alguien completamente inocente".
La acusación formal, confirmada por Joe Tacopina, un abogado de Trump, y por otras personas al tanto del asunto que no estaban autorizadas a discutir públicamente cargos penales que están bajo precinto, es un avance extraordinario después de años de investigaciones sobre sus tratos comerciales, políticos y personales.
Es casi seguro que impulse a los críticos que dicen que Trump mintió y engañó para llegar a la cima, y que al mismo tiempo envalentone a sus partidarios que sienten que el republicano está siendo atacado injustamente por un fiscal demócrata.
Está previsto que Trump, quien ha negado haber cometido delito alguno y ha atacado la pesquisa, se entregue a las autoridades la próxima semana, según una persona al tanto del asunto que no estaba autorizada a hablar de un asunto que sigue estando bajo precinto.
En este sentido, la Fiscalía confirmó a través de un breve comunicado que se "contactó" con el equipo legal del expresidente "para coordinar su entrega".
Los cargos, que surgen de una investigación dirigida por el fiscal de distrito demócrata de Manhattan, Alvin Bragg, podrían remodelar la carrera presidencial de 2024. Trump dijo anteriormente que continuaría haciendo campaña por la nominación del Partido Republicano si lo acusaban de un delito.
Al presentar los cargos, Bragg está asumiendo un caso inusual que ha sido investigado por dos fiscales anteriores, quienes se negaron a tomar el arriesgado paso político de buscar cargos en contra de Trump.
En las semanas previas a su acusación formal, Trump arremetió contra la investigación en sus canales de redes sociales y llamó a sus simpatizantes a realizar protestas en su nombre, lo que obligó a reforzar la seguridad en las inmediaciones de la corte penal de Manhattan.
[Con información de AP y Reuters]
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