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La defensa de Alex Saab “se debilita” luego del arresto por corrupción de su socio en Venezuela


Un ciudadano muestra una publicación sobre el empresario colombiano Alex Saab, detenido en Estados Unidos bajo cargos de lavado de capitales, durante una manifestación a favor de su liberación en Venezuela, el año pasado.
Un ciudadano muestra una publicación sobre el empresario colombiano Alex Saab, detenido en Estados Unidos bajo cargos de lavado de capitales, durante una manifestación a favor de su liberación en Venezuela, el año pasado.

La detención de Álvaro Pulido Vargas “no es precisamente una ayuda” para Alex Saab, con quien aparece asociado desde hace más de una década en sus negocios con el gobierno venezolano, advierte el politólogo Piero Trepiccione.

MARACAIBO, VENEZUELA – La defensa del empresario colombiano Alex Saab, identificado por el gobierno de Nicolás Maduro como su diplomático, sufrió un duro golpe de opinión pública con la detención en Venezuela de quien es considerado su socio en los negocios con el chavismo, Álvaro Pulido Vargas, según la valoración de expertos.

Pulido Vargas, nacido en Colombia y buscado en Estados Unidos por su presunta participación en un esquema internacional de lavado de capitales que incluía sobornos a funcionarios del gobierno venezolano, fue detenido la semana pasada por su supuesta responsabilidad en una trama de corrupción y desfalco de la industria petrolera nacional.

La Fiscalía, liderada por el exgobernador chavista Tarek William Saab, difundió un video de la presentación ante tribunales de Pulido Vargas y otros seis presuntos implicados en la corrupción, por la que el Estado venezolano habría sufrido un daño patrimonial de entre 3.000 y 21.200 millones de dólares en los últimos años, según investigaciones de la prensa.

El desfalco denunciado por el presidente Maduro, el fiscal Saab y jerarcas políticos del chavismo se centra en una red de intermediarios sin experiencia en el sector que comercializaron buena parte de las exportaciones de petróleo venezolano.

Según la agencia Reuters, las operaciones de esos actores dejaron una deuda con la estatal petrolera PDVSA de al menos 21.200 millones de dólares en cuentas por cobrar. La Fiscalía ha confirmado el arresto de más de 60 personas vinculadas a esas corrupciones.

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Un informe del periódico digital Armando.Info, que ha seguido las pisadas de Saab y Pulido Vargas, reportó que ambos empresarios mantienen una deuda con el Estado venezolano de 1.500 millones de dólares por la venta de crudo nacional. El texto los identificó como “los contratistas predilectos de Nicolás Maduro” desde 2013.

La investigación se fundamenta en un “informe confidencial” de octubre pasado del vicepresidente de comercio y suministro de PDVSA, el coronel Antonio Pérez Suárez, donde precisaba que las facturas sin cobrar por despachos de petróleo venezolano entre 2019 y 2022 ascendía a 13.338 millones de dólares. Hoy, Pérez Suárez está detenido.

Armando.Info ha publicado numerosos reportajes para comprobar la sociedad de Saab y Pulido Vargas en decenas de empresas para prestar servicios al gobierno venezolano en los sectores de construcción, importación de alimentos y petróleo, entre otros.

Problema entre manos

El chavismo “tiene un gran problema entre manos” en cuanto a su defensa política y diplomática de Saab, detenido en Estados Unidos por el presunto delito de lavado de dinero a favor del gobierno de Nicolás Maduro, opina el analista de asuntos políticos y experto en relaciones internacionales, Luis Peche Arteaga.

A su entender, el oficialismo venezolano enfrenta un reto de cómo manejará su “narrativa” de un hombre defendido como diplomático enviado para asuntos humanitarios mientras se le señala, por otro lado, de estar vinculado a corrupciones que afectan al mismo Estado, ahora con su socio principal detenido por presunto desfalco al gobierno de Maduro.

“El chavismo debe estar midiendo los costos y beneficios (del caso Saab) tras el arresto de Álvaro Pulido Vargas”.
Luis Peche Arteaga, analista político.

“Es muy difícil desprenderlo” de todas las acusaciones de corrupción de su socio Pulido Vargas y seguir manteniendo la tesis de que es un diplomático más, advierte.

Peche Arteaga no descarta en conversación con la Voz de América que el chavismo contemple la idea de cerrar su defensa de Saab como parte de una “cesión final” al gobierno de Estados Unidos como parte de sus negociaciones bilaterales.

“Hay una negociación en marcha, que tiene que ver con sanciones, garantías electorales, es un tema muy delicado. El chavismo debe estar midiendo los costos y beneficios. Se debilita su defensa en cuanto a todos los términos legales, que ya era bastante endeble”, apunta.

El Movimiento Free Alex Saab consideró el viernes, solo horas después de la presentación en tribunales de Pulido Vargas, que la tesis de que el empresario colombiano detenido en Estados Unidos está involucrado en corrupción en Venezuela es una “ilógica idea”.

Esa organización consideró que la vinculación de Saab con presuntos socios en Venezuela es parte de “afirmaciones sin sentido” y expresó apoyo “pleno” a las acciones de Maduro contra la corrupción. “Defendemos una causa justa, a un hombre inocente”, comunicó.

Figura de desprestigio

La asociación con Pulido Vargas acarrea “connotaciones negativas” para la reputación y la defensa de Saab, opina el politólogo Piero Trepiccione.

Pulido Vargas cambió legalmente su nombre real, Germán Rubio, luego de su vinculación con un escándalo de narcotráfico, reportaron varias publicaciones periodísticas.

Lo hizo para poder “rehacer su vida”, según sus abogados en Miami, mientras la prensa advertía que esa identificación había sido cancelada hasta dos veces en Colombia porque correspondía a una persona fallecida en Estados Unidos en 2005.

“Pulido Vargas no es precisamente una figura que dé prestigio o que ayude a soportar un caso de esta naturaleza. En términos de opinión pública y jurídicos, no es precisamente una ayuda la que pueda darle a su socio en estas circunstancias”, valora Trepiccione.

El experto recuerda que la condición de diplomático o enviado humanitario de Saab, e incluso su participación del todo en negocios con el gobierno venezolano, era un secreto que no se había comunicado hasta su detención en Cabo Verde, en 2020.

Ese estatus de diplomático “nació de la noche a la mañana como estrategia de defensa” ante los cargos que se le imputaban y el caso Pulido Vargas le hace flaco favor, remarca.

La detención de su socio en Venezuela “hace que se siembre aún más la duda” sobre las explicaciones y defensas políticas del gobierno de Maduro sobre Saab, sentencia.

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