Un juez estadounidense ordenó el miércoles al expresidente peruano Alejandro Toledo Manrique que se entregue a agentes federales después de que una corte de apelaciones denegara su última moción para impedir su extradición a Perú, donde enfrenta cargos por aceptar millones de dólares en sobornos.
El juez Thomas S. Hixson de San Francisco ordenó a Toledo, quien ha estado bajo arresto domiciliario, que se entregue el viernes a los agentes del Servicio Federal de Alguaciles en San José. Toledo será puesto en una cárcel del condado de San Mateo a la espera de ser extraditado a su país de origen, donde las autoridades afirman que aceptó sobornos en el marco de un gigantesco escándalo de corrupción en el que están implicados cuatro expresidentes peruanos. Toledo refuta las acusaciones.
Los fiscales federales han dicho que funcionarios peruanos viajarán a California para recoger a Toledo y llevarlo de vuelta a Perú. Se desconoce cuándo ocurriría eso. La orden de Hixson se produce después de que la Corte Federal de Apelaciones del 9no Circuito denegara el martes el último intento de Toledo de suspender su extradición.
Toledo, de 77 años, está acusado de recibir 20 millones de dólares en sobornos de Odebrecht, una constructora brasileña que ha admitido ante las autoridades estadounidenses que sobornó a funcionarios para obtener contratos en toda América Latina durante décadas. El exmandatario había solicitado una suspensión de su extradición en lo que se resolvía una impugnación sobre la decisión del Departamento de Estado estadounidense de enviarlo de regreso a Perú.
El miércoles, Tamara Crepet, una de las abogadas defensoras de Toledo, pidió a Hixson que retrasara la extradición del expresidente hasta el martes para que pudiera ver a su psiquiatra por última vez, pero el juez falló en favor del fiscal federal adjunto Kyle Waldinger, quien pidió que fuera puesto bajo custodia lo antes posible.
“Es una persona mayor y tiene problemas de salud... y siempre va a tener citas médicas, no importa cuándo sea la extradición”, dijo Waldinger.
Toledo, quien fue presidente de Perú de 2001 a 2006, fue arrestado en julio de 2019 en su residencia en Menlo Park, California. En un principio permaneció detenido en confinamiento solitario en la cárcel de Santa Rita, a unos 60 kilómetros (40 millas) al este de San Francisco, pero fue puesto en libertad en 2020 debido a la pandemia de COVID-19 y al deterioro de su salud mental, y ha permanecido en arresto domiciliario desde entonces.
El escándalo de corrupción de Odebrecht ha estremecido a la política de Perú, en donde casi todos los presidentes que siguen vivos enfrentan juicios o están siendo investigados.
El exmandatario Ollanta Humala está siendo juzgado por cargos de que él y su esposa recibieron más de 3 millones de dólares de Odebrecht para sus campañas presidenciales en 2006 y 2011. Ambos han negado haber cometido delito alguno.
Pedro Pablo Kuczynski, quien concluyó su presidencia en 2018, se encuentra bajo arresto domiciliario por cargos similares.
Además, el expresidente Alan García, quien gobernó de 2006 a 2011, se quitó la vida con un disparo en la cabeza en 2019 mientras la policía llegaba a su casa para detenerlo.
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