El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, viajó a Helsinki el miércoles para reunirse con primeros ministros de cuatro países nórdicos dentro de sus esfuerzos de conseguir más potencia de fuego para las fuerzas armadas de su país mientras determinan cómo expulsar a las tropas rusas de zonas ocupadas en Ucrania.
Los países nórdicos -Finlandia, Suecia, Noruega y Dinamarca- han estado entre los principales aliados de Kiev desde la invasión rusa de gran escala sobre Ucrania en febrero de 2022. Antes del encuentro con Zelenskyy en la capital finlandesa, los funcionarios nórdicos parecían dispuestos a prestar más ayuda, mientras comenzaba el 15to mes de guerra.
“Todavía hay una necesidad urgente de apoyo militar para asegurar que los ucranianos siguen tan fuertes como sea posible en la lucha contra Rusia”, dijo en un comunicado la primera ministra danesa, Mette Frederiksen.
“Aquí en el norte tenemos un vecino ruso más impredecible y agresivo, y es importante que hablemos juntos sobre cómo enfrentar esta nueva situación”, dijo a su vez el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, otro de los asistentes a la cumbre.
La cumbre se celebraba al día siguiente de que funcionarios en Washington dijeran que Estados Unidos tiene previsto enviar a Ucrania unos 300 millones de dólares en ayuda militar adicional, incluida una enorme cantidad de proyectiles de artillería, obuses, cohetes aire-tierra y munición.
Todas las armas saldrán de las reservas del Pentágono para que puedan llegar rápido al frente, según dijeron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque la ayuda aún no se ha anunciado formalmente.
Mientras tanto, Rusia empleó drones de fabricación iraní en su tercer ataque sobre la capital ucraniana en seis días.
Durante la noche se oyeron explosiones en Kiev y otros lugares, donde las defensas antiaéreas ucranianas derribaron 21 de los drones rusos, según el Comando de la Fuerza Aérea ucraniana. No se reportaron daños ni bajas.
Mientras tanto, un enorme incendio ardía en un depósito de combustible ruso, según indicaron las autoridades locales el miércoles.
El depósito de combustible estalló en llamas en la región sureña rusa de Krasnodar, al este de la Península de Crimea anexionada por Rusia, según el gobernador de Krasnodar, Veniamin Kondratyev.
No dijo qué había provocado el incendio, descrito como un foco extremadamente difícil de apagar. Pero algunos medios rusos dijeron que probablemente se debía a un ataque de dron ucraniano durante la noche. No había comentarios oficiales sobre esa posibilidad.
La población local oyó una explosión poco antes de que se comenzara el incendio, según el sitio web de noticias ruso Baza.
Analistas militares creen que Ucrania está atacando las líneas de suministro en la retaguardia rusa mientras Kiev se prepara para una posible contraofensiva, con la mejora de las condiciones meteorológicas y nuevas remesas de armas y munición de sus aliados occidentales.
Otras explosiones en los últimos días hicieron descarrilar un tren de mercancías ruso y golpearon un aeródromo ruso. El fin de semana pasado se produjo un gran incendio en un depósito de combustible en Crimea tras un ataque de dos drones ucranianos, según dijo un funcionario local nombrado por Rusia.
Anticipando una contraofensiva ucraniana, las fuerzas rusas se centran en destruir rutas logísticas y centros de las fuerzas armadas ucranianas con ataques desde larga distancia, según autoridades militares en Kiev.
Por otro lado, Rusia tenía previsto continuar las conversaciones con Naciones Unidas y otras partes sobre un acuerdo de guerra para facilitar las exportaciones agrícolas del Mar Negro, según dijo el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, antes de las reuniones del viernes.
Según el último reporte ucraniano sobre bajas civiles, tres personas murieron y cinco resultaron heridas en un ataque a un supermercado en la localidad sureña ucraniana de Jersón el miércoles.
Hay reportes de que los dos bandos han tenido problemas de munición tras un invierno de ataques con misiles y artillería de largo alcance, con el conflicto atascado en una guerra de desgaste.
El gobierno de Ucrania ha presionado a sus aliados para que le den más, mientras las autoridades valoran cuándo y cómo podrían empezar a intentar expulsar a las fuerzas rusas del territorio que han ocupado.
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