Las agencias de salud están advirtiendo que la hepatitis viral podría matar a más personas para 2040 que el VIH, la tuberculosis y la malaria combinados si continúa siendo una enfermedad desatendida y los esfuerzos para combatirla siguen insuficientemente financiados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta cada año que la hepatitis viral, una infección del hígado potencialmente mortal, afecta a más de 350 millones de personas en todo el mundo y mata a más de un millón.
El 90 % de estas infecciones y muertes ocurren en países de bajos y medianos ingresos.
A pesar de que existe una cura para la hepatitis C y una vacuna para la hepatitis B, los activistas que promueven un mundo libre de esta peligrosa y debilitante enfermedad siguen estando lejos de esa meta.
“Durante los últimos 10 años, hemos visto un progreso realmente notable en la jornada para eliminar la hepatitis viral”, dijo Oriel Fernandez, directora del Programa Global de Hepatitis Viral de la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud, o CHAI.
“Tenemos las herramientas para prevenir, diagnosticar y tratar la hepatitis viral”, añadió. “En segundo lugar, el precio de los medicamentos y diagnósticos para la hepatitis ha disminuido significativamente en los últimos años”.
Como ejemplo, Fernández señaló que en 2018, CHAI apoyó al gobierno de Ruanda para establecer el precio más bajo para el tratamiento de la hepatitis B aprobado por la OMS.
“El costo total para curar a un paciente se redujo en un 96 %, de más de 2.500 dólares por persona a menos de 80 dólares por persona curada. Y esto hizo que la idea de la eliminación fuera económica para Ruanda y estableció un precio de referencia para todos los países”, dijo Fernandez.
Conferencia para contribuciones
Sin embargo, el financiamiento para ayudar a los países pobres a pagar los tratamientos y las vacunas para la hepatitis vital siguen siendo elusivos. Para abordar este problema, el Hepatitis Fund y CHAI celebrarán la primera conferencia de recaudación de fondos en Ginebra la próxima semana.
La conferencia espera recaudar 150 millones de dólares para apoyar a los países que están comprometidos a la eliminación de la hepatitis viral y han tomado medidas para implementar programas con este fin. Los organizadores mencionan a Egipto, Ruanda, Georgia, la India, Indonesia, Nigeria y Vietnam como algunos de los que han iniciado este proceso.
Kenneth Kabagambe , quien vive en Uganda con hepatitis B desde 2012, es el director ejecutivo y fundador de la Organización Nacional para Personas que Viven con Hepatitis B. Dijo que comenzó la organización para crear conciencia sobre la enfermedad y romper los mitos que estigmatizan personas y las disuade de buscar ayuda.
“Por ejemplo, hay problemas que tienen que ver con los mitos y conceptos erróneos, que en realidad se derivan de la falta de información clara sobre la transmisión de la hepatitis B y la hepatitis C en las comunidades”, explicó. “Esto ha llevado incluso a la violencia doméstica en algunas familias porque la gente piensa que la hepatitis B se transmite casualmente, lo que no es correcto”.
La hepatitis B se transmite por contacto sexual y por contacto con la sangre, llagas abiertas o fluidos corporales de una persona infectada con la enfermedad. Sin embargo, el principal modo de transmisión es de madre a hijo durante el embarazo y el parto.
La OMS dice que alrededor del 70 % de las infecciones de hepatitis B en todo el mundo ocurren en África, y el 70 % de las personas infectadas con la enfermedad son niños menores de 5 años.
Vacunación a los recién nacidos
Si bien la vacunación es la mejor manera de prevenir la hepatitis B, Fernández señaló que la primera dosis para los recién nacidos tiene una cobertura muy baja en África.
“En 2021, solo el 17 % de los recién nacidos en la región de África de la OMS recibieron una dosis de hepatitis B”, dijo. “Y solo 14 de los países de la región tienen políticas para vacunas de rutina con dosis de HB”.
Fernández dijo que hay tratamientos efectivos y asequibles disponibles tanto para la hepatitis B como para la hepatitis C, que se propaga en gran medida a través de inyecciones de drogas no seguras y es un problema particularmente grande en los países del Mediterráneo Oriental y las regiones de Asia Central y Sudoriental, así como en algunos países del Pacífico oeste.
“Creo que la conclusión es que tenemos herramientas efectivas para la prevención en el caso de la hepatitis C y B, y el tratamiento en el caso de una cura para la hepatitis C”, agregó.
“Simplemente no se han implementado de manera efectiva, y para hacer esto, necesitamos un aumento de financiamiento. No es un objetivo insuperable. Los países han demostrado que podemos hacerlo”.
Los organizadores de la conferencia dicen que invertir 6.000 millones de dólares anuales erradicar la hepatitis en 67 países de bajos y medianos ingresos evitaría la muerte de 4,5 millones de personas para 2030.
“Por cada dólar gastado en actividades de eliminación del VHB (virus de la hepatitis B), hay un retorno de la inversión de dos a cuatro veces”.
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