El presidente Joe Biden y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, alcanzaron el sábado por la noche un acuerdo preliminar para elevar por dos años el techo de la deuda del gobierno federal, de 31,4 billones de dólares, poniendo fin a un estancamiento de meses.
Biden y McCarthy hablaron por teléfono durante 90 minutos el sábado por la noche para discutir el acuerdo.
"Acabo de hablar por teléfono con el presidente [Joe Biden]. Después de que perdió el tiempo y se negó a negociar durante meses, hemos llegado a un acuerdo de principio que es digno del pueblo estadounidense", tuiteó McCarthy.
La medida es un avance en el camino de resolver la inminente crisis de la deuda antes de la fecha límite del 5 de junio.
"Todavía tenemos trabajo que hacer esta noche para terminar de redactarlo", dijo McCarthy a periodistas en el Capitolio. McCarthy agregó que espera terminar de redactar el proyecto de ley el domingo, luego hablar con Biden y tener una votación sobre el acuerdo el miércoles.
Un acuerdo evitaría un incumplimiento de EEUU, pero podría generar malestar tanto en los demócratas como en los republicanos debido a las concesiones hechas para alcanzarlo. Un elemento central del paquete es un acuerdo presupuestario de dos años que mantendría el gasto fijo para 2024 e impondría límites para 2025 a cambio de aumentar el límite de deuda por dos años, empujando el volátil tema político más allá de las próximas elecciones presidenciales.
El país y el mundo han estado observando y esperando una resolución al enfrentamiento político que amenazaba a la economía estadounidense y mundial.
Con las líneas generales de un acuerdo, el paquete legislativo podría redactarse y compartirse con los legisladores a tiempo para las votaciones a principios de la próxima semana en la Cámara y luego en el Senado.
Los negociadores aceptaron algunas demandas republicanas de requisitos de trabajo mejorados para los beneficiarios de cupones de alimentos que habían provocado un malestar en los demócratas de la Cámara para evitarlo.
Los republicanos de línea dura de la Cámara de Representantes han amenazado con bloquear cualquier proyecto de ley que no cumpla sus expectativas, incluidos fuertes recortes del gasto.
Los demócratas progresistas también han advertido de que negarán su apoyo a algunos de los compromisos planteados, sobre todo en torno a la imposición de nuevos requisitos laborales en los programas federales contra la pobreza.
Los republicanos controlan la Cámara de Representantes por un margen de 222-213, mientras que los demócratas tienen una mayoría de 51-49 en el Senado, lo que deja un estrecho camino para convertir en ley cualquier acuerdo del presidente demócrata y el líder republicano.
Los republicanos han tratado de reducir drásticamente el gasto público en los próximos 10 años para frenar el crecimiento de la deuda estadounidense, que actualmente equivale a la producción anual de la economía. Pero es probable que el acuerdo provisional no alcance su objetivo.
[Con información de AP, Reuters y The New York Times]
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