Los científicos climáticos han advertido de las terribles consecuencias en la Tierra si se supera un umbral crítico. Además, un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte de que hay un 50 % de probabilidades de que el calentamiento global supere 1,5o Celsius en los próximos años, el límite establecido en el Acuerdo de París en un paquete de medidas para luchar contra el cambio climático.
Ramón Cruz, presidente Sierra Club, una de las organizaciones más antiguas e influyentes de Estados Unidos, recalca ante la Voz de América que si “se pasa de los 2o C sería algo catastrófico”.
¿Cuál es el objetivo?
Hace unos meses el Panel Intergubernamental en Cambio Climático, un organismo también dependiente de la ONU, ya señaló que sólo una acción rápida y drástica evitaría un daño irreversible al planeta. El objetivo: no sobrepasar el aumento de 1,5o Celsius.
“Este informe es un llamado de atención para acelerar masivamente los esfuerzos climáticos de todos los países y todos los sectores y en todos los plazos”, decía António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas.
La Tierra se está calentando cada vez más por el efecto invernadero, en parte por la gran cantidad de partículas de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Eso hace que los rayos del sol penetren en la Tierra, pero no vuelvan a salir, lo que acaba provocando un incremento de las temperaturas.
El sector industria, el que más incide
Si lo comparamos con el promedio del siglo XX, la temperatura global ha aumentado casi 1o C, pero lo más alarmante es que en los últimos cinco años lo ha hecho de una forma mucho más pronunciada. Ese es un ejemplo muy claro de los efectos negativos de los gases invernadero.
El sector industrial es el que genera mayores gases, con el 35 %. Lo sigue el sector agrícola y forestal, que representa el 20 %; luego el 18% tiene que ver con el uso de la calefacción y la electricidad en los edificios; el 16% se atribuye a los transportes y sólo el 3 % es la basura que generamos.
“Si ustedes miran estos datos de año a año la temperatura puede subir un poco, bajar un poco, puede bajar un poco, pero el problema es que la tendencia es inexorablemente de aumento de temperatura”, comentaba Carlos del Castillo, jefe del Laboratorio de Ecología de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, en inglés).
Biden y su lucha contra el cambio climático
En Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden quiere liderar las políticas medioambientales en todo el mundo a través del Acuerdo de París y con programas que incentiven la industria verde o la implementación de leyes que restrinjan las emisiones de gases invernadero. Desde la Casa Blanca insisten en que hay motivos de preocupación.
“Se están registrando 70oFarenheit (21o C) en el Ártico, y de 100o F (37,7o C) por encima de lo normal en la Antártida”, recordaba John Kerry, Enviado especial de la Casa Blanca para el Clima.
La combustión de carbón, petróleo y gas, la tala de bosques, el desarrollo de la ganadería, los fertilizantes con nitrógeno o los gases fluorados, que tienen un gran efecto de calentamiento, son algunas de las causas del aumento de las emisiones.
El fenómeno del Niño y la Niña
Además, hay que tener en cuenta dos fenómenos: el del Niño y la Niña. Esta última, tiende a enfriar las aguas del océano, mientras que el niño hace lo contrario.
“En ciertas épocas, específicamente cada tres a cinco años, vemos que hay un cambio en las aguas del Pacífico, en las áreas cerca del Trópico. Esto se traduce en un calentamiento por encima de lo normal, de uno a tres grados”, agrega Anthony Reynes, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes, con base en Miami, Florida.
Funciona de la siguiente manera: El agua cálida en la zona occidental del Océano Pacífico se dirige hacia el Este, por lo que este fenómeno acaba aumentando las temperaturas del agua de los océanos.
El Niño se da principalmente en países como Ecuador o Perú. Aunque también se han visto sus efectos en muchos países del continente americano, tanto del Norte como del Sur, y en otras partes del mundo.
Aunque los expertos recuerden constantemente que el tiempo se agota, también aclaran de que aún hay margen de maniobra.
“Tenemos que disminuir las emisiones en un 43 por ciento antes del año 2030”, decía Cruz.
Los organismos medioambientales insisten en que la clave no es en implementar políticas por países, sino abordar el cambio climático de forma conjunta. Así se podrán empezar a ver resultados.
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