Bélgica investigaba si armas enviadas para ayudar a Ucrania a defender su territorio se utilizaron en combates al otro lado de la frontera, tras un reporte sobre que material producido por una empresa belga acabó en la región rusa de Belgorod.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, pidió el lunes que no se alcanzaran conclusiones precipitadas porque los envíos realizados durante décadas y en diferentes regiones podían hacer que las armas aparecieran en lugares inesperados.
“Los servicios de defensa e información han abierto una investigación para estar absolutamente seguros de lo que ocurrió aquí”, dijo De Croo a la cadena belga VRT.
The Washington Post publicó una extensa investigación el fin de semana en la que decía que armas de algunos miembros de la OTAN, como Estados Unidos, Polonia, Chequia y Bélgica, habían aparecido en Belgorod, que hace frontera con Ucrania.
El reportaje ponía en duda que Ucrania tuviera controles adecuados sobre las armas. De Croo señaló que los países miembros de la Unión Europea proporcionaron armas a Ucrania bajo condición de que se utilizaran sólo dentro del país invadido para defender su territorio.
“La norma es muy estricta”, indicó el primer ministro, ya que probablemente Rusia interpretaría el empleo de las armas fuera de Ucrania como una provocación occidental.
Aunque podría haber “filtración de nuestras armas a otros conflictos”, De Croo dijo que si había un elemento de verdad en que se hubieran empleado armas destinadas a defender a Ucrania en los combates en Rusia, “nos lo tomaríamos con extrema seriedad”.
The Washington Post dijo que su artículo se refería a una incursión transfronteriza de las milicias Legión de Rusia Libre y Cuerpo de Voluntarios Rusos, que se oponen al presidente de Rusia, Vladímir Putin. El segundo grupo dice tener entre sus filas a rusos que combaten del lado de Ucrania.
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