La visita esta semana a Caracas del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en el inicio de una gira por tres naciones latinoamericanas cuyos gobernantes son señalados como violadores de derechos humanos es parte de una “provocación” junto a China y Rusia contra los valores occidentales, especialmente contra Estados Unidos, valoran expertos.
Raisi, quien preside la República Islámica de Irán desde agosto del año pasado, llegó a Caracas este lunes entre honores militares y se reunió con el jefe de Estado venezolano Nicolás Maduro en el palacio presidencial de Miraflores.
Ambos dirigentes firmaron 25 acuerdos de cooperación para afianzar sus “relaciones estratégicas” ante “enemigos comunes”, manifestó el líder iraní. “Somos amigos en tiempos difíciles”, añadió el gobernante de Irán, una nación sancionada, como Venezuela.
Maduro consideró que la alianza con Irán los haría “invencibles” y elogió el “papel estelar” que juega Irán como “una de las potencias emergentes más importantes”.
Ninguno de sus gobiernos divulgó detalles de los acuerdos pactados, si bien se conoció que guardan relación con la petroquímica, minería, salud y educación.
Antes de viajar a Venezuela, Cuba y Nicaragua, Raisi afirmó en Teherán que esperaba que su gira fuese “un punto de inflexión” en sus relaciones exteriores.
La visita del mandatario persa resaltará la oposición al "sistema hegemónico internacional".Milos Alcalay, exembajador venezolano.
Raisi pretende “retomar” la agenda del extremismo conservador islámico del expresidente iraní Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) y eso es “preocupante” en países occidentales, asegura el ex embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas, Milos Alcalay.
“Es una provocación en una región muy alejada de las actuaciones hegemónicas de los Ayatolas -título de las más altas autoridades religiosas del islamismo chiita-, que vuelven a mirar al continente americano arrastrándolos a posiciones muy peligrosas”, dice a la Voz de América.
“Ataque” cercano
El viaje de Raisi a Venezuela, Cuba y Nicaragua ocurre tres meses después de la gira del canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, por varios países del continente.
El funcionario de Vladimir Putin se reunió con Maduro en Caracas para “fortalecer” la relación bilateral, con especial énfasis en las áreas energéticas y de defensa y seguridad.
“Hay una arremetida de la geopolítica del autoritarismo de Irán y China, en particular para atacar directamente a los Estados Unidos en el ‘patio trasero’”, como se identifica en algunos contextos políticos la esfera de influencia norteamericana, en América Latina, explica el especialista en relaciones internacionales, analista y articulista Félix Arellano.
Es muy peligroso que los países en desarrollo de América Latina sean fichas de un juego geopolítico”.Félix Gerardo Arellano, experto en relaciones internacionales.
Según Arellano, el presidente de Irán imita a los líderes de China y Rusia para “atacar” los espacios “liberales, de democracia y derechos humanos” que promueve Estados Unidos. “Además, China y Rusia están retomando el tema de sus zonas de influencia”, acota.
Este lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, acusó a China de actualizar sus instalaciones de recopilación de inteligencia en Cuba en 2019 como parte de “una serie de esfuerzos de Beijing en todo el mundo” para expandir ese tipo de operaciones.
Jugada “delicada y peligrosa”
Arellano advierte que la de Irán, China y Rusia es “una arremetida delicada y peligrosa” en una América Latina que ha rechazado las amenazas nucleares desde el Tratado de Tlatelolco, en 1967, de proscripción de armas de ese calibre.
“Es una zona de paz, pero hace silencio en la defensa de los derechos humanos”, dice, criticando las posturas “cómplices” de los presidentes de Brasil y México, Luiz Inácio Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador, en esta materia.
Irán y Venezuela “se han escudado” entre sí con acuerdos en múltiples áreas y el viaje de Raisi a tres naciones aliadas en Latinoamérica busca proclamar muy cerca de Estados Unidos que sus proyectos “avanzan” a pesar de las sanciones, considera el experto en relaciones internacionales, Luis Peche Arteaga.
“Ambos actores buscan afianzarse en medio de estas tensiones con Estados Unidos”, dice a la VOA.
Cree que tanto Raisi como Maduro envían un mensaje a la Casa Blanca de que son “un bloque antiimperialista”, en medio de tensas negociaciones con ambos países.
Arellano, por su parte, valora como “muy delicado” que países en desarrollo de América Latina ejerzan como “fichas del juego de la geopolítica mundial”.
Además, dice que Irán necesita “reacomodar” la relación tras el arresto y la salida de piezas del gobierno venezolano por su presunta responsabilidad en una trama de corrupción millonaria en las industrias venezolanas, con acento en la petrolera.
Tareck El Aissami, ex ministro de Petróleo de Venezuela, descendiente de una familia de origen sirio libanés, es investigado por esa corrupción y fue por años pieza clave de las alianzas energéticas de Irán con la nación suramericana.
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