En el contexto de la campaña de reelección del presidente Joe Biden en 2024, la Casa Blanca está promoviendo el término Bidenomics -o "Bidenomía"- para demostrar que sus políticas para "hacer crecer la economía de abajo hacia arriba" han logrado controlar la inflación y reducir el desempleo.
El presidente Joe Biden tuvo una venta difícil este miércoles en Chicago: convencer a los votantes de que la economía estadounidense está floreciendo y que quienes piensan que está peor desde que el demócrata asumió el cargo, cambien de parecer.
“La economía que crece es la economía de la mitad hacia arriba en lugar de la desde arriba hacia abajo. Cuando eso sucede, a todos les va bien, a los ricos también", dijo Biden. "Esta visión es una ruptura fundamental con la teoría económica que le ha fallado a la clase media estadounidense durante décadas. Se llama economía de goteo”.
El plan del mandatario contempla gravar a los más ricos para invertir en áreas críticas para la seguridad nacional, como los semiconductores; educar a los trabajadores para ampliar la clase media; y alentar la competencia económica para reducir los costos.
Mirando a las cifras, la economía ha mejorado constantemente durante el último año. El desempleo se encuentra cerca de mínimos históricos en 3,7 % y la inflación ha bajado al 4 % desde un máximo del 9,1 % en junio pasado.
“Hemos creado 13,4 millones de nuevos puestos de trabajo, más puestos de trabajo en dos años de los que cualquier presidente haya creado nunca. Amigos, no es un accidente”, destacó el mandatario.
Pero los precios siguen subiendo significativamente más rápido que el objetivo de la Reserva Federal del 2 %, una preocupación para los votantes y una línea de ataque para los legisladores republicanos y otros candidatos presidenciales que critican diariamente el trabajo del mandatario.
Frustración en el entorno del presidente
El discurso se produjo cuando una nueva encuesta de la agencia Associated Press encontró que solo el 34 %, uno de cada tres adultos estadounidenses, aprueba su liderazgo económico. Esa cifra es incluso más baja que su índice de aprobación general del 41 %.
Cifras que generan frustración en la Casa Blanca, donde sus funcionarios creen que Biden, que se postula para la reelección, no está recibiendo el crédito que merece por un repunte económico de la recesión inducida por el COVID-19.
"La proporción de estadounidenses en edad laboral en la fuerza laboral es mayor ahora que en los últimos 15 años", dijo el martes Lael Brainard, directora del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, durante una conferencia de prensa. "Si bien tenemos más trabajo por hacer, la inflación ha estado bajando durante 11 meses seguidos".
La funcionaria destacó 13 millones de empleos creados desde que Biden asumió el cargo en febrero de 2021 y una tasa de desempleo que se ha mantenido por debajo del 4 % desde febrero de este año.
Los indicadores económicos recientes le dan a la administración razones para tener esperanza. Si bien la inflación aún representa un desafío, los empleadores continúan contratando y los precios al consumidor aumentaron a un ritmo más lento en mayo en comparación con el año anterior.
Pero hasta ahora la mayoría de los estadounidenses no comparten el optimismo de la administración. La encuesta más reciente de Ipsos muestra que el índice de aprobación de Biden se mantiene estable alrededor del 40 %. La economía sigue siendo una de las principales preocupaciones, y la mayoría es pesimista sobre la dirección del país, un hecho que los republicanos han querido subrayar.
"Es francamente asombroso para mí que el presidente siga teniendo la audacia de decir cosas como 'las familias trabajadoras están cosechando los frutos' de sus políticas", dijo el líder republicano del Senado, John Thune, a principios de este mes. "Las familias trabajadoras ciertamente están cosechando algo de las políticas del presidente, pero no son recompensas".
Desconexión de los datos
La desconexión entre los datos económicos y cómo se siente la gente acerca de su bienestar financiero puede atribuirse al hecho de que los estadounidenses no están digiriendo las buenas noticias, dijo Chris Jackson, portavoz de Ipsos.
Señaló las encuestas que miden la familiaridad de los estadounidenses con los desarrollos económicos positivos, como el bajo desempleo y la caída de la inflación, frente a las malas noticias, como los problemas de la cadena de suministro y la alta inflación.
"Las malas noticias, todo el mundo las conoce. Las buenas noticias, muy pocos estadounidenses las conocen", dijo a la Voz de América. "En un entorno como ese, es difícil presentar un caso convincente de que estás haciendo un buen trabajo, cuando nadie sabe nada que sea bueno".
El discurso de Biden el miércoles en Chicago es parte de un impulso de tres semanas en el que altos funcionarios viajarán por todo el país para argumentar que la legislación defendida por el presidente está dando resultados para los estadounidenses.
Los republicanos creen que algunas de las políticas de la administración son demasiado costosas y contribuyen a una alta inflación. Dicen que la mayoría de las ganancias de empleo desde 2021 fueron simplemente trabajos que se estaban recuperando de la pandemia, no creación de nuevos empleos.
Aún así, la decisión de marcar la fortuna del país con el nombre del presidente refleja la confianza de la administración en que la trayectoria es ascendente y la economía no caerá en recesión, al menos antes de noviembre de 2024, cuando se llevarán a cabo las elecciones presidenciales.
La semana pasada, la Reserva Federal detuvo su agresiva campaña de aumento de tasas por primera vez en 18 meses, pero señaló que la batalla contra la inflación no ha terminado. Es probable que aumenten más las tasas de interés, incluso en julio.
Muévanse Reaganomics
Bidenomics también es un intento de distinguir la agenda del presidente y los demócratas de la de los republicanos que favorecen la reducción de impuestos y el gasto público.
Biden y sus ayudantes han criticado a menudo la agenda del expresidente republicano Ronald Reagan de reducir las tasas impositivas, la desregulación y recortar el gasto en programas gubernamentales. Desde el impulso de Reaganomics en la década de 1980, los republicanos han atribuido a los impuestos bajos el aumento de las ganancias corporativas y, en última instancia, de todos los trabajadores y la población en general.
“Rechazó la economía del goteo, la teoría de que los recortes de impuestos en la parte superior se filtrarían hacia abajo, que todo lo que necesitábamos era que el gobierno se quitara del camino”, dijo Brainard, director del consejo económico de Biden.
"Ese enfoque fallido condujo a un retroceso de la inversión privada de industrias clave, como los semiconductores a la energía solar. Condujo a un deterioro de la infraestructura de la nación. Y condujo a la pérdida del camino hacia la clase media para demasiados estadounidenses y demasiados comunidades de todo el país”.
Brainard dijo que en Chicago el presidente delineará los principales pilares de Bidenomics, incluidas las inversiones estratégicas en sectores críticos como infraestructura, energía limpia y semiconductores; empoderar y educar a los trabajadores estadounidenses, particularmente a aquellos que han sido previamente marginados; y promover la competencia para reducir costos y brindar oportunidades justas para las pequeñas empresas.
Hace solo dos semanas, los republicanos en la Cámara de Representantes de EE. UU. dieron a conocer una propuesta de una serie de nuevas exenciones fiscales dirigidas a empresas y familias, una propuesta que revertiría algunas de las victorias legislativas de Biden.
[Katherine Gypson contribuyó a este despacho]
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.