Mientras el astronauta estadounidense de origen salvadoreño, Frank Rubio, viajaba 17.500 millas por hora, a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), del otro lado de su teléfono se escuchaba la voz del presidente Nayib Bukele, quien, sin titubear y, como si se encontrara charlando desde la sala de su casa con un amigo, le felicitó, le preguntó por sus hazañas y hasta por su masa muscular.
Rubio respondía con naturalidad sobre sus aventuras y hasta preguntó al mandatario, con cercanía, por los suyos: "¿Y su familia? ¿Cómo están? ¿Todos bien?".
Y es que la de Rubio no es una hazaña cualquiera. La nave Soyuz MS-22, encargada de traerlo de vuelta a la Tierra, tuvo una fuga de líquido refrigerante, indispensable para mantener la temperatura, durante varios días en marzo. Por esta razón, la misión en la que se encontraba, que salió el 21 de septiembre pasado y que inicialmente debía durar seis meses, se prolongó a un año y una semana a la espera de una nueva nave, lo que le convertirá en el primer astronauta estadounidense de origen latino en permanecer este tiempo en el espacio.
Pero Rubio, en su conversación con Bukele y como es habitual en la NASA, aseguró tenerlo todo controlado, si bien reconoció no tener certeza sobre el posible origen del problema: “No sabemos si le pegó un meteorito… o si fue una falla mecánica. Depende a quién le pregunta, los rusos piensan que le pegó algo. Nosotros pensamos que tal vez fue una falla”.
Al principio, el astronauta afirmó, fue un poco difícil manejar su cuerpo, flotar: “Se siente un poco mareado uno, pero después de eso se siente muy normal y se tiene que acostumbrar un poco”. Aunque explicó que la estación es grande -como el tamaño de una casa de cuatro o cinco habitaciones-, es necesario mantener “la mente ágil, por leer, por estudiar o hacer varias cosas”.
“Pero, tenés los compañeros… la caminata que hiciste, me imagino que esos son los highlights que te pueden dar en el día a día”, le animó Bukele.
Y claro, Rubio sabe que la caminata sobre el espacio se trata de “una bendición”, pues algunos no logran hacerla o solo tienen chance de hacerla una sola vez. Él, le contó a Bukele, ya lleva tres.
Así mismo, el astronauta celebró que es probable que el tiempo prolongado de la misión le permita volar con casi la mitad del grupo de astronautas de EEUU: “Es un gran honor porque usualmente uno vuela con unos seis, tal vez ocho diferentes personas, y yo creo que ya cuando se termine todo, van a ser más de 25 personas con las que voy a haber volado”.
Durante esta distendida conversación, el mandatario también le preguntó por su alimentación y masa muscular, y Frank le confesó que el ejercicio era muy importante, pero que sería ideal comunicarse de nuevo el próximo día para darle “un tour en video”.
Un ejemplo para los jóvenes
En la charla, que tuvo una duración de casi 10 minutos y fue publicada en las redes sociales del controvertido mandatario, Rubio felicitó al presidente salvadoreño por su gestión: “Quiero dar gracias por todo lo que usted ha hecho por el pueblo. Ya sé que el país ha mejorado mucho en los últimos cuantos años”. Es más, enfatizó que uno de sus anhelos, en el futuro, es ayudar e inspirar a cientos de jóvenes salvadoreños.
El presidente tampoco escatimó palabras por sus logros: “Sos un gran orgullo para nosotros por la sangre salvadoreña que llevás en tus venas” y recalcó que, desde ya el estadounidense -de padres salvadoreños- está ayudando con su ejemplo a muchos jóvenes, quienes lo miran “con admiración”.
También le comentó que, en un evento, le contó a los asistentes sobre sus logros: además de astronauta y ser seleccionado por la NASA en 2017, fue paracaidista, se graduó de la Academia Militar de EEUU, es licenciado en negocios internacionales y doctor en medicina.
Tras agradecer por sus palabras, de nuevo, con naturalidad y cercanía, Rubio preguntó por la familia del mandatario, quien emocionado, le contó que estaba esperando un nuevo bebé: “Muy contentos, la verdad”.
Hubo tiempo hasta para hablar sobre doña Myrna Argueta, madre del astronauta: “Esa mujer siente por ti un orgullo que no le cabe en el pecho”, dijo Bukele, mientras se escuchaba un tímida risa de Rubio, quien la describió como una madre inspiradora para las madres solteras.
“¿Cómo nos ves desde allá?”
Aunque pareciera una llamada cotidiana, con cualquier amigo en el día a día, Bukele confesó, en una parte de la conversación sentirse raro: “¿Y cómo nos ves desde allá, Frank? ", cuestionó el mandatario, generando la risa del astronauta, quien a su vez preguntó si su madre le había enseñado al presidente fotos donde se podía ver el país.
“Sí, me mostró... Pero se siente un poco extraño ahorita estar hablando contigo ahorita y que tú estés viéndonos desde el espacio”, agregó Bukele.
Rubio confesó no saber en qué punto exacto del planeta se encontraba, en el momento de la llamada, puesto que viajan "15 veces alrededor del mundo cada día", pero dijo que, con solo buscar en el mapa, ya podría saberlo.
“Un abrazo hasta allá al espacio y un gran honor de nuevo que nos representés allá a los salvadoreños, a los latinoamericanos”, terminó Bukele, esperando reencontrase en una segunda llamada, pero esta vez para dar ‘un paseo’ por la casa de Frank.
"Espero que nos podamos conocer un día adelante", insistió Frank.