El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, inició el viernes una visita oficial a China para fortalecer lazos de cooperación y, tras su llegada, auguró que “lloverán buenas noticias para el pueblo venezolano”.
“Paso a paso, construyendo la nueva geopolítica mundial, construyendo lazos de cooperación entrañables, profundos con la República Popular China. Llueve, llueve y llueve, lloverán buenas noticias”, dijo en un video que divulgó en la red social X (antes Twitter), tras bajar del avión de la aerolínea estatal Conviasa, en el que se trasladó.
Sin precisar detalles sobre la agenda, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hua Chunying anunció el jueves por la noche que atendiendo una invitación del presidente Xi Jinping, Maduro cumplirá una visita de Estado desde el viernes hasta el 14 de septiembre.
La última vez que Maduro visitó China, principal destino del crudo venezolano en la actualidad, fue en 2018.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez y el ministro de Petróleo y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Rafael Tellechea, llegaron el martes al país asiático para fortalecer “alianzas geopolíticas”.
Según Rodríguez, en una reunión con el canciller chino y director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Wang Yi,se afianzaron las relaciones bilaterales y la “ampliación de la cooperación estratégica”.
Además, como parte de su agenda visitó el Nuevo Banco de Desarrollo del BRICS y el edificio central de la Bolsa Internacional de Energía de Shanghái, reportó la cuenta de la vicepresidencia en la plataforma X.
Gabriela Jiménez, ministra para Ciencia y Tecnología, informó que Venezuela y China firmaron un acuerdo de Big Data para el “uso intensivo de la percepción remota”. En su cuenta en X aseguró que la intención es “avanzar en una relación científica de cooperación más amplia en materia de procesamiento y análisis de imágenes satelitales de diversa índole”.
Objetivos
Esta semana expertos dijeron que el principal objetivo de Venezuela en China sería lograr acuerdos financieros y comerciales que impulsen la mermada producción y exportación petrolera.
Mariano de Alba, especialista en derecho internacional y diplomacia recordó al ser consultado por VOA que, desde hace más de cinco años, China ha sido “muy reticente” a comprometerse a invertir u otorgar financiamientos de envergadura a Venezuela debido a que “está muy desilusionada” por la administración del gobierno de Maduro y porque su prioridad es cobrar la deuda que mantiene el país caribeño.
“Dada la proximidad de la presidencial de 2024, Maduro busca un apoyo económico sustancial de China (mínimo $5.000M). Por su parte, China podría apostarle a una “estabilidad” que le asegure seguir cobrando la deuda, pero también el acceso a inversiones y recursos en Venezuela”, escribió el viernes en X.
Además, reiteró que la visita se da mientras Maduro “tiene pendiente una negociación con EEUU, que, para flexibilizar sanciones económicas, pide concesiones político-electorales que beneficien las posibilidades electorales de la oposición”, pero insiste en que el gobierno venezolano “no parece” estar dispuesto a cumplir.
El gobierno estadounidense dijo en julio a la VOA que los incentivos para negociar el levantamiento de sanciones, lo que estaría vinculado a la celebración de elecciones libres en 2024, tendría tiempo de caducidad.
A juicio de De Alba, si Maduro logra sus objetivos durante la visita a China, podría estar “menos interesado” en la negociación planteada por EEUU. Sin embargo, considera “poco probable” que China otorgue a Maduro el “salvavidas” que requiere.
“Pero podría ser suficiente para concretar su elección”, añade.
De Alba, también asesor de Crisis Group, una organización independiente para la resolución de conflictos, expuso esta semana a VOA que sin el involucramiento de China el gobierno venezolano ve restringidas sus opciones de captar inversiones y asegurar acuerdos comerciales de importante envergadura.
Insiste, además, en que, sin flexibilización de sanciones, luce más “improbable” una recuperación económica, “con graves consecuencias para la mayoría de la población”.
Tras su llegada al poder en 1998, el ex presidente Hugo Chávez comenzó a estrechar las relaciones de Venezuela con China que se convirtió en una importante fuente de financiamiento para la región.
Entre el 2000 y el 2019 se firmaron cerca de 500 acuerdos y se otorgaron créditos mil millonarios dirigidos al sector petrolero, proyectos en áreas de infraestructura transporte, comunicaciones, electricidad y agricultura, entre otros, pero “con pobres resultados”, según Transparencia Venezuela.
Entre 2007 y 2016, las diferentes líneas de crédito de China a Venezuela a cambio de petróleo alcanzaron los 62.146 millones de dólares, precisa la asociación dedicada a promover condiciones y procedimientos para prevenir y disminuir la corrupción.
No es claro el monto que aún se le debe a China, pero según estimaciones independientes, ya se debe haber cancelado entre 45.000 y 50.000 millones de dólares.
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