Con un minuto de silencio durante una ceremonia oficial de conmemoración en el Palacio Presidencial de la Moneda, Chile recordó este lunes la hora exacta en que comenzó hace medio siglo el golpe de Estado militar que puso fin al gobierno socialista de Salvador Allende y marcó el comienzo de 17 años de la dictadura que dejó más de 40.000 personas encarceladas, desaparecidas, torturadas o muertas.
"Conmemoramos una fecha que es dolorosa y que, sin duda, es un punto de inflexión en nuestra historia", afirmó el presidente Gabriel Boric en el acto.
"El golpe no se puede separar de lo que vino después; a partir de ese momento se violaron los derechos humanos", agregó.
En un momento de la polarización política que sigue dominando a Chile, Boric aludió a los que hoy defienden lo que catalogan como el legado de Pinochet durante los 17 años de dictadura, minimizando o justificando las violaciones de derechos humanos durante ese periodo. "Hay algunos que nos invitan a pasar página, a olvidar el pasado", dijo recientemente Boric, quien se ha declarado admirador de Allende. "Pero no hay un futuro brillante posible sin memoria y verdad", afirmó.
Boric reiteró su compromiso con la verdad y la justicia: "Cuando nos falta un detenido desaparecido, es una ausencia que nos destroza a todos", dijo Boric. "El Estado los hizo desaparecer, por lo que debe asumir la responsabilidad de descubrir dónde están".
Isabel Allende, hija del presidente Salvador Allende y quien estaba en la Moneda al momento del ataque, dijo durante el acto: "La memoria es el primer paso para llegar a la verdad. Pero necesitamos más para lograr justicia, reparaciones y garantizar que los actos cometidos ese día no se repitan”.
Entre los asistentes al evento el lunes en el Palacio Presidencial de la Moneda estuvieron los presidentes Gustavo Petro de Colombia, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; el presidente de Bolivia, Luis Arce; el presidente de Chile, Gabriel Boric y el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Eventos previos
Una vigilia de miles de mujeres en silencio, con velas en las manos y vestidas de negro fue una de las varias manifestaciones en contra o a favor del golpe militar que hace 50 años estremeció a Chile con el derrocamiento del presidente socialista Salvador Allende.
¿Dónde están?, se leía en las fotografías de mujeres desaparecidas que portaban las manifestantes el domingo por la noche en Santiago de Chile, la capital chilena, donde se encuentra en Palacio de la Moneda, que fue bombardeado en 1973 por órdenes de la junta militar que lideró el general golpista Augusto Pinochet.
La manifestación llamó a "Nunca Más", en alusión a los desaparecidos, torturados, exiliados.
El sábado 9 de septiembre fue el turno de los simpatizantes de Pinochet, quienes a medio siglo de los hechos reconocen como positivo el rol del general, en contraposición con los familiares de la víctimas que siguen exigiendo la verdad y justicia para las víctimas.
La organización opositora Team Patriota convocó la manifestación del sábado, en la que el grupo portó banderas chilenas y algunos usaron camisetas con la imagen de Pinochet, donde se leía en la espalda "Grande Pinochet". También corearon consignas y levantaron pancartas con mensajes en contra del gobierno de Gabriel Boric.
"Yo por lo menos estoy aquí conmemorando el 11 de septiembre de 1973, donde mi general Pinochet fue el libertador de Chile", dijo a la Voz de América Julieta Aguilar, que se cataloga de "pinochetista".
Incluso se vendieron botellas de cabernet sauvignon alusivas al 50 aniversario del golpe con la imagen de Pinochet.
"Pinochet para mí es un libertador. Libró a Chile del comunismo en ese entonces", dijo Glenda Logan, mientras mostraba una foto del general. "Si no hubiera existido Allende, no habría existido Pinochet", remató.
El domingo 10 de septiembre, otra manifestación en la que asistieron familiares de la víctimas frente al Palacio de la Moneda comenzó de forma pacífica pero poco después aparecieron personas encapuchadas que rompieron vidrios y atacaron a otros manifestantes con cócteles molotov y otros objetos contra vehículos policiales. Las fuerzas del orden respondieron lanzando cañones de agua, como constató la VOA.
El presidente Boric, que asistió al evento antes de que la situación escalara, condenó las acciones violentas en su cuenta de X, antes Twitter.
"Grupos pequeños de encapuchados de negro buscaron reventar la manifestación. Rompieron vidrios y atacaron a indistintamente a agrupaciones y militantes de partidos políticos como la JS, el PC y CS entre otros. Después causaron desmanes en el camino y terminaron violentando de manera brutal tumbas en el cementerio general, entre ellas la del ex senador Jaime Guzmán y el Mausoleo de Carabineros. Como Presidente de la República condeno categóricamente estos hechos sin ningún tipo de matiz", escribió Boric.
Además señaló Boric que la "intolerancia y violencia no deben tener cabida en democracia y quienes hayan sido partícipes de estos actos deberán enfrentar la ley y el Estado de Derecho". Dijo que estas personas son "adversarios de la democracia".
"No nos amedrentan ni intimidan, somos muchos más los que queremos, y vamos a avanzar por transformaciones sociales en paz y diálogo. Democracia hoy y siempre!", concluyó Boric en su mensaje en X.
La región y el mundo muestran solidaridad con Chile a medio siglo del golpe
El domingo, junto a su homólogo chileno, el presidente de México, López Obrador, defendió la democracia y ambos instaron a fortalecerla en América Latina.
"La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador (...) es una muestra concreta de esta historia que nos une y de su compromiso con el fortalecimiento de la democracia en América Latina", dijo Boric, quien recordó que México recibió a 3.000 refugiados políticos chilenos tras el golpe militar en 1973.
También desde Europa se expresó el presidente en funciones del gobierno de España, Pedro Sánchez, en un mensaje que compartió en su cuenta en la red social X: "Hace 50 años la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo".
La escritora chilena, Isabel Allende, envió un mensaje en la red social X que compartió el presidente Gabriel Boric: "No hay necesidad de vivir separados, odiándonos".
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, recordó el aniversario de lo que calificó de "enorme tragedia" lo que ocurrió hace medio siglo en la nación suramericana y se comprometió a "trabajar" junto a Chile a "fortalecer la democracia, la justicia y los derechos humanos en todo el mundo".
El presidente Boric también compartió un mensaje de su homólogo francés, Emmanuel Macron.