Cinco estadounidenses liberados después de años de detención en Irán llegaron este martes a Washington después de un acuerdo que incluyó la liberación de cinco iraníes acusados o condenados por delitos en Estados Unidos y la liberación de 6.000 millones de dólares en cuentas iraníes congeladas.
Los exprisioneros aterrizaron en Fort Belvoir, Virginia, antes del amanecer y fueron recibidos calurosamente con aplausos y vítores. Siamak Namazi, el primero que salió del avión, cerró sus ojos y respiró profundo antes de descender a tierra por la escalinata.
Sus seres queridos, algunos con banderas estadounidenses, los abrazaron entre lágrimas y conversaron con ellos en inglés y farsi, el idioma iraní.
“Hoy, cinco estadounidenses inocentes que estaban encarcelados en Irán están al fin de regreso a casa”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado divulgado cuando el avión tocó tierra desde Doha, Qatar.
Namazi, Emad Shargi y Morad Tahbaz, y otros dos detenidos cuyas identidades se mantuvieron en privado a petición de sus familias, partieron de Qatar el lunes. A la madre de Namazi y a la esposa de Tahbaz, a quienes se les había prohibido viajar en Irán, también se les permitió salir con el grupo.
Los medios estatales iraníes dijeron que dos de los iraníes liberados también viajaron por Doha antes de llegar a Teherán.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán dijo que otros dos permanecerían en Estados Unidos, mientras que el otro iraní liberado iría a otro país.
Biden agradeció el lunes a los gobiernos de Qatar, Omán, Corea del Sur y Suiza “por sus incansables esfuerzos para ayudarnos a lograr este resultado”.
También advirtió a los estadounidenses que no viajen a Irán, destacando las advertencias del Departamento de Estado sobre el riesgo de secuestro y arresto arbitrario.
“Todos los estadounidenses deberían prestar atención a esto y no tener expectativas de que se pueda asegurar su liberación si no lo hacen”, dijo Biden.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo que el intercambio del lunes podría ser “un paso en la dirección de una acción humanitaria entre Irán y Estados Unidos”.
En declaraciones a los periodistas en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, dijo: "Definitivamente puede ayudar a generar confianza".
El acuerdo incluía que Estados Unidos permitiera que 6.000 millones de dólares en fondos iraníes congelados bajo las sanciones estadounidenses se transfirieran de cuentas en Corea del Sur a cuentas en Qatar. Los fondos están designados para su uso únicamente con fines humanitarios iraníes, como alimentos, medicinas y productos agrícolas.
Funcionarios de la administración Biden dijeron a los periodistas que hay un mecanismo configurado para que la amenaza de que el dinero no se desvíe a otros fines, y en ese caso, las cuentas se bloquearán.
El expresidente estadounidense Donald Trump y algunos legisladores conservadores criticaron a Biden por aceptar el acuerdo, sosteniendo que la liberación de los 6.000 millones de dólares equivalía a un “rescate” para los rehenes y que el dinero permitiría a Irán seguir desarrollando su programa de armas nucleares y no utilizarse con fines humanitarios.
La Casa Blanca, sin embargo, dijo que Estados Unidos no le estaban dando ningún dinero a Irán.
"Esto no es un pago de ningún tipo. Estos no son dólares estadounidenses. No son dólares de los contribuyentes, son dólares iraníes que la administración [Trump] les permitió ganar" en ventas de petróleo a otros países, dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, en un comunicado.
Los cinco iraníes que formaron parte del intercambio fueron acusados o condenados por delitos no violentos en Estados Unidos y recibieron el indulto estadounidense. Fueron identificados como Kaveh Lotfolah Afrasiabi, Mehrdad Ansari, Amin Hasanzadeh y Reza Sarhangpour. Kafrani y Kambiz Attar Kashani.
Los funcionarios de la administración Biden dijeron que los iraníes que carecían de estatus legal en Estados Unidos regresarían a Irán.
Ansari y Kafrani no tienen estatus legal en Estados Unidos. Afrasiabi y Hasanzadeh son residentes permanentes de Estados Unidos, mientras que Kashani tiene doble nacionalidad iraní-estadounidense.
Además del intercambio de prisioneros, Estados Unidos impuso nuevas sanciones y demandó a Irán a dar cuenta completa de lo sucedido a Robert Levinson, un ex agente del FBI que desapareció en Irán en circunstancias misteriosas en 2007 y se presume muerto.
"La familia Levinson merece respuestas", dijo Biden. “Hoy sancionamos al expresidente Mahmoud Ahmadinejad y al Ministerio de Inteligencia iraní en virtud de la Ley Levinson por su participación en detenciones injustas. Y seguiremos imponiendo costos a Irán por sus acciones provocadoras en la región”.
[Con información de AP, AFP y Reuters]
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