El expresidente Evo Morales fue ratificado el miércoles como líder del partido oficialista de Bolivia en un congreso del Movimiento al Socialismo, caracterizado por la polémica y la crisis interna por el liderazgo, en el que además el presidente Luis Arce fue declarado “auto expulsado” por haberse desmarcado de la cita, importante de cara a las presidenciales de 2025.
En el segundo día de la convención del MAS en la localidad de Lauca Ñ, en el centro de Bolivia, Arce fue declarado como “auto expulsado” por unanimidad explicó a AP por teléfono el diputado Renan Cabezas, que asistió al evento que se solidificó la división entre el presidente boliviano y su mentor político, Evo Morales.
Arce no hizo comentarios el miércoles sobre la decisión tomada en la convención del MAS. La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, dijo que no es momento de “electorizar” el país y que Arce está dedicado a su gestión.
Arce se había desmarcado de la convocatoria días antes y cuestionó que respondiera a un llamado de Morales, quien aspiraba a ser ratificado como líder del partido con miras a pelear más adelante por la candidatura del oficialismo en las presidenciales de 2025.
Para Arce, el congreso no representaba a todas las organizaciones “fundadoras” del MAS e impulsó que se celebrara una reunión paralela.
Aunque esa disputa interna sobre la convocatoria del congreso partidista llegaron a los tribunales el miércoles, Morales juró en la convención nuevamente como “único” líder del MAS.
“Hemos triunfado”, proclamó el exmandatario en la clausura de la convención en alusión al ala del partido que le apoya.
Sobre su eventual postulación presidencial, el diputado Cabezas postergó la respuesta: “En el congreso se pidió que Morales sea el candidato pero aún falta”.
La otra cara de la polémica en la convención del MAS llegó en paralelo con una declaración de una Sala Constitucional de la región oriental de Santa Cruz que ordenó la suspensión del encuentro político.
Una dirigente campesina que rechaza el liderazgo de Morales en el MAS por haber excluidos a varios sectores de la cita, presentó un amparo que fue admitido en sede la constitucional.
“Nosotros consideramos que el congreso queda nulo por no incluir a todos”, señaló en conferencia de prensa la dirigente campesina Felipa Yalili.
Carlos Romero, del equipo jurídico de Morales, respondió que el congreso no corre riesgo porque la orden está fuera de tiempo. “Han intentado por todos los lados que este congreso no se lleve a cabo; ahora ya está terminando pero a nosotros aún no nos han notificado”, señaló sobre el amparo que suspendería la cita.
Por su parte, el Tribunal Supremo Electoral había enviado una delegación de veedores y el presidente del órgano electoral, Óscar Hassenteufel, señaló a los medios que no tenía conocimiento sobre el amparo.
Los seguidores de Arce, por su parte, han convocado a otra reunión el 17 de octubre en El Alto, ciudad vecina a La Paz, donde también el presidente boliviano podría ser proclamado como líder del partido y, en consecuencia, consolidar la fractura entre ambos dirigentes y la crisis interna.
Esas fricciones ya venían debilitando la mayoría oficialista en el Legislativo y, según la senadora Andrea Barrientos, de la fuerza opositora Comunidad Ciudadana, derivó en que Arce haya descuidado su gestión como presidente.
El mandatario cuenta con el respaldo de los principales sindicatos que son la fortaleza del MAS, entre ellos el campesino y el sindicato de trabajadores más grande del país.
Pero para el diputado Héctor Arce, cercano a Morales, “Lucho (Arce) está intentando hacerse de la sigla del MAS, pero él no es líder ni de su barrio”.
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