La Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) ha actualizado la guía de detección del cáncer de pulmón. Ahora se recomienda hacer pruebas de detección en adultos a partir de 50 años que fumen o hayan fumado más de 20 paquetes al año y que gocen de una salud “razonablemente buena”.
“Lo que se recomienda es una tomografía, que es de baja radiación. Esa es la única manera que pueden diagnosticarlo”, explicó el Dr. Jonathan Villena-Vargas, portavoz de la ACS en declaraciones a la Voz de América durante el anuncio.
La tomografía computarizada de dosis baja recomendada, también denominada escáner de dosis baja o LDCT, es una prueba rápida. “Toma solo unos 2 minutos”, dijo Villena-Vargas, que también es profesor asistente del Departamento de Cirugía Cardiovascular y Torácica en el Centro Médico New York-Presbyterian/Weill Cornell.
“Esta guía actualizada continúa una tendencia de ampliar la elegibilidad para la detección del cáncer de pulmón de una manera que resultará en la prevención de muchas más muertes al ampliar los criterios de elegibilidad para la detección del cáncer de pulmón”, señaló el Dr. Robert Smith, director del Centro para la detección del cáncer de la ACS y autor principal del informe con las nuevas guías.
El experto señala que “algunos estudios recientes han demostrado que ampliar la edad de detección para las personas que fuman y que han fumado anteriormente podría marcar una diferencia real a la hora de salvar vidas” y aclara que, aunque se haya dejado de fumar, el riesgo sigue presente.
El de pulmón es el cáncer más común y la principal causa de muerte por esta enfermedad en Estados Unidos. Se pronostica que en 2023 se diagnosticarán 238.340 nuevos casos, prácticamente de forma igualitaria entre hombres y mujeres. Se calcula unos 117.550 en hombres, y 120.790 en mujeres.
Hasta ahora, las guías recomendaban que las personas mayores de 55 años debían someterse a pruebas periódicas para la detección del cáncer de pulmón. Ahora se han rebajado cinco años, al igual que el número de paquetes que se fumaba al año: de 30 a 20 paquetes.
“A veces los médicos no saben exactamente las reglas y la gente piensa que porque hayas parado de fumar en el pasado ya no necesitas nada. Pero, en realidad, si has fumado por más de 20 años en cualquier tiempo de tu vida tienes que hablar con tu doctor”, agregó el Dr. Villena-Vargas.
El cansancio crónico, la falta de aire y tos, la pérdida del apetito y de peso son algunos síntomas de alguien que podría padecer cáncer de pulmón. Pero hay casos en los que los pacientes son asintomáticos. Por eso, los expertos, insisten en la importancia de las pruebas.
“El propósito de estos exámenes es que a las personas que no tienen síntomas se les detecte si algo no anda bien”, comentó el Dr. William Dahut, jefe científico de la ACS.
Un reciente estudio de esta asociación, que utilizó datos de 2021, proyecta que 176.000 hispanos residentes en Estados Unidos serían diagnosticados con cáncer, con 46.000 muertes entre ellos. Los tipos más comunes de cáncer entre los hispanos en EEUU está el que afecta al pulmón, mama, colon y al hígado.
“Estamos viendo que la incidencia es mayor, pero lo que también se revela en estos estudios es que muchas veces el problema es que cuando se va al médico, las etapas del cáncer están un poco más avanzadas”, explicó en una entrevista con la VOA Evelyn Rodríguez-Robles, directora de Divulgación y Prevención en el Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad Cooper en Nueva Jersey, además de portavoz de la ACS.
En el caso del cáncer de pulmón, la situación es similar. A los latinos se les suele diagnosticar el cáncer de pulmón en una etapa más avanzada, lo que reduce el margen para un tratamiento exitoso.
“Creo que es parte de la cultura de no ir al médico, de gente que no quiere oír de ese problema, que no quiere agarrar un examen que te puede salvar la vida”, comentaba el médico establecido en Nueva York, y recordó que existen campañas para puebas gratuitas y sin necesidad de un seguro médico.