A pocas horas del arranque este miércoles del tercer debate de candidatos a las primarias republicanas para las elecciones presidenciales de 2024, decenas de agentes se han desplegado por el centro de la ciudad de Miami como medida de seguridad.
Los exteriores del Adrienne Arsht Center for the Performing Arts, el lugar donde se celebrará el encuentro de los cinco aspirantes que lograron calificar, está completamente blindado y los accesos están bloqueados.
“Tengo que ir al trabajo, la parada de autobús está inoperativa y no sé qué hacer. Deberían haber previsto otro emplazamiento”, se quejaba un joven ecuatoriano al ver que no tenía demasiadas opciones para desplazarse debido al operativo de seguridad que se ha instalado en este lugar.
Más de cuatro horas antes de que abrieran las puertas del recinto, algunos de los invitados ya empezaban a hacer fila para recoger la credencial que les permitiría permanecer en el interior y ver el debate entre los candidatos.
“He venido desde Naples, soy republicano y estoy muy interesado en lo que tienen que decir, sobre todo acerca de las políticas económicas y migratorias”, decía el hombre, que no quiso identificarse, en declaraciones a la Voz de América.
Solo cinco candidatos cumplieron con las reglas de calificación del Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés). La exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el empresario Vivek Ramaswamy; el senador por Carolina del Sur Tim Scott; y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, estarán en el escenario del Adrienne Arsht Center.
El expresidente Donald Trump, que es uno de los precandidatos republicanos, volverá a ausentarse en el debate. A pesar de haber cumplido con los requisitos del RNC en cuanto a la recaudación de fondos y las encuestas de apoyo, el magnate se ha negado a firmar el documento con los estándares de calificación, que básicamente requiere que cada candidato se comprometa a apoyar a quien finalmente gane la nominación.
Nueva contraprogramación de Trump
Trump, que sigue en posición aventajada según varias encuestas, ha organizado un evento de campaña en la ciudad de Hialeah, a unos 10 kilómetros del lugar donde tendrá lugar el debate. En ese municipio, que cuenta con más de 220.000 residentes de acuerdo a datos del Censo, vive una gran población latinoamericana, la mayoría cubanos inmigrantes y descendientes.
“No creo que venga mucha gente a protestar, porque muchos van a ir al evento de Trump y no aquí”, decía Bob Kunst, el único que estaba en el lugar y que desde primera hora de la tarde se ha postrado en uno de los accesos con un cartel que rezaba “Trump o la Tercera Guerra Mundial”.
“Quería estar al frente, en el sitio por donde llegan los candidatos, pero ellos no quieren a nadie cerca. No lo entiendo”, se resignaba el hombre de unos 60 años que también portaba una gorra con la bandera de Israel, al tiempo que se preguntaba si en el debate “se van a abordar problemas reales”.
Además, Kunst considera que ante el hecho de que Donald Trump sea el favorito, de acuerdo con los sondeos que se han hecho hasta ahora, es inútil realizar este tipo de encuentros. “Todo esto es estúpido”, sentenciaba.
El debate arrancará a las 20:00 hora local de Miami y tendrá una duración de dos horas aproximadamente. Los presentadores de NBC, Lester Holt y Kristen Welker, moderarán el encuentro, junto al locutor Hugh Hewitt, de Salem Radio Network.
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