Tras siete semanas como rehenes en poder de Hamás, hoy vuelven a Israel 13 de los alrededor de 240 israelíes secuestrados en poder del grupo islamista, a cambio de la liberación de 39 palestinos prisioneros en cárceles israelíes. En las calles de Israel este intercambio de prisioneros es en general visto como una buena noticia para el país, todavía traumatizado por el ataque de Hamás.
"Tenemos sentimientos encontrados. La gente quiere que todos los rehenes regresen lo antes posible. Que todos vuelvan. Pero claro, ahora mismo no van a regresar todos", afirma Sal Guberman, un israelí-estadounidense que paseaba este viernes por el centro de Jerusalén.
"Pero confiamos en que, antes o después vuelvan todos. Tenemos esperanza y rezamos por ello", indicó este judío religioso.
La liberación de hoy forma parte de un acuerdo entre Israel y Hamás, que permitirá una tregua de al menos 4 días en los que Hamás entregará a 50 rehenes, en un canje por la excarcelación de 150 presos palestinos. En ambos casos, serán mujeres y niños quienes volverán a casa.
"Es un alto precio el que vamos a pagar por traer a los secuestrados", admitió Guberman, sobre el ratio de 3 presos palestinos por uno de los rehenes que Hamás capturó el pasado 7 de octubre, cuando cometió un brutal ataque en suelo israelí, que mató a más de 1.200 personas.
El acuerdo también permite la entrada de ayuda a la Franja de Gaza, sumida en la peor catástrofe humanitaria de su historia y donde ya han muerto más de 14.500 personas, según el Ministerio de Sanidad del enclave, que estima que hay además unos 6.800 muertos bajo los escombros o tirados en calles y carreteras.
Pero de eso no se habla en las calles de Israel, donde lo importante es recuperar a los secuestrados y todos dan por hecho que los combates en la Franja se reanudarán con fuerza cuando termine la tregua, que podrá extenderse hasta un máximo de diez días, si Hamás se compromete a seguir liberando al menos diez rehenes cada día.
Se estima que Hamás y otras milicias islamitas de Gaza, como la Yihad Islámica, tienen cautivos a unos 40 menores, a los que se les dará preferencia en estas primeras liberaciones, junto con sus madres.
"Creo que la liberación de los rehenes permite a los israelíes tomar un respiro. Creo que ese es el sentimiento general. Creo que los israelíes quieren que las cosas se hagan bien, sentirse protegidos, a salvo", considera David Weissman, judío de Nueva York que viaja asiduamente a Israel a visitar a su familia. Esta vez ha venido a la Bar Mitzva de su sobrino.
Weissman también opinó que, aunque en esta primera tanda solo saldrán 50, "da esperanza a las familias de los cautivos que no saldrán ahora. "Esperamos que puedan soltar a todos porque esta es una nación que ama la vida, que respeta la vida y que está dispuesta a darlo todo por la liberación de todos los rehenes", apuntó el estadounidense.
Sobre la excarcelación de presos palestinos, algo con lo que no todo el mundo está de acuerdo en Israel, Weissman consideró que "es lo que toca" y le restó importancia porque "no es la primera vez que Israel hace algo así".
El Club de Prisioneros Palestinos ya reveló los nombres de los 39 que saldrán hoy, la mayoría de ellos adolescentes de Cisjordania ocupada y Jerusalén este, e informó que desde que comenzó la guerra, Israel ha detenido a más de 3.100 palestinos de ese territorio. Aunque Israel asegura que son unos 1.800 y que más de mil tienen vínculos con Hamás.
Sheina, una panameña que está tomando estudios sobre judaísmo en Jerusalén, aseveró que es "un mal acuerdo" el intercambio de "150 terroristas palestinos por 50 judíos". "Pero algo es algo. Y es un alivio que estén soltando secuestrados porque llevan ahí más de un mes, quién sabe en qué condiciones. Mamás, niños, bebés... gracias a Dios, ellos son los que van a salir primero", señaló.
Para Avraham Dan, un israelí que tiene una tienda de souvenirs y recuerdos judíos en el centro de Jerusalén, el acuerdo es bueno, pero aseguró sentirse "pesimista" porque no confía en la palabra de Hamás y no se fía de ellos hasta que no vea en Israel a los 50 rehenes.
"Creo que si ellos (Hamás) muestran un poco de humanidad y empatía hacia nuestra gente, los liberarán pero es muy difícil saber si lo harán o no. No sabemos si cumplirán su palabra. Esperamos que el mundo mantenga la presión para obligarles a devolver a todos los secuestrados", puntualizó.
De uniforme verde olivo y con su fusil al hombro, la soldado Elia paseaba hoy por Jerusalén, contenta por la noticia de la liberación de rehenes. Ella misma tiene a una buena amiga, Mia Shem, de 22 años, sobre la que Israel difundió un vídeo como prueba de vida en las primeras semanas de cautiverio.
"Esperamos que la guerra no dure mucho más. Pero realmente no podemos saberlo. Aún queda mucho, hay que traer a todos los rehenes", dijo Elia horas antes de la liberación de los primeros secuestrados, entre los que no estará Mia.