El presidente electo de Argentina, Javier Milei, se reunió el martes con altos funcionarios estadounidenses en Washington y su equipo económico con funcionarios del FMI mientras busca formular un plan para remodelar la política exterior del país y sacar a su economía de una crisis.
Milei dijo a los periodistas al salir de la Casa Blanca que su reunión había sido "excelente". "Hablamos sobre las condiciones económicas y sociales en Argentina en este momento", dijo Milei en breves comentarios antes de ser llevado a su auto oficial.
La oficina del presidente electo agregó más tarde en un mensaje en la red social X que Milei “expresó durante el encuentro su mirada sobre la agenda geopolítica internacional alineada con Occidente y su defensa de los valores de la libertad”.
Milei se reunió con el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan; el asesor especial del presidente Joe Biden y director principal del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González; el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols. Estuvo además el embajador de los Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley.
Milei, un libertario de derecha que asumirá la presidencia del país el 10 de diciembre, ganó las elecciones este mes prometiendo reformas radicales como la dolarización y una austeridad "de choque" para arreglar la economía argentina.
La inflación del país austral ronda el 150 % anual, las reservas de divisas del banco central están en rojo y se avecina una recesión.
Mientras tanto, su política exterior es abiertamente pro Estados Unidos y pro Israel, con una postura más fría hacia sus principales socios comerciales como Brasil y China.
"Milei es un unicornio, el líder de una importante economía latinoamericana que es ostentosamente proestadounidense", dijo Benjamin Gedan, director del programa para América Latina del centro de estudios Wilson Center, con sede en Washington.
Si bien el equipo entrante de Milei ha buscado moderar las críticas anteriores a China y al gobierno izquierdista de Brasil, el viaje a Estados Unidos antes de su toma de posesión subraya sus prioridades.
Milei también ha prometido no unirse al grupo comercial BRICS liderado por China. Se trata de un cambio brusco de enfoque por parte del presidente saliente de centroizquierda, Alberto Fernández, quien visitó Moscú mientras Vladimir Putin preparaba su invasión de Ucrania en febrero del año pasado y recientemente regresó de una visita a Beijing.
La pregunta de los 44.000 millones de dólares
Milei también necesita volver a encarrilar el acuerdo de 44.000 millones de dólares del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI), siendo clave el apoyo de Estados Unidos -el mayor accionista del FMI- para cualquier renovación.
Sus asesores se reunieron con funcionarios del FMI el martes.
Argentina es el mayor deudor mundial del prestamista con sede en Washington, pero su programa se ha descarrilado y el FMI ha estado perdiendo la paciencia. El programa se utiliza principalmente para reembolsar al Fondo un programa fallido de 57.000 millones de dólares otorgado en 2018.
Durante su campaña, Milei prometió dolarizar la segunda economía más grande de América del Sur, aunque parece haber dejado eso en un segundo plano mientras busca revertir un profundo déficit fiscal y controlar la inflación. Sin embargo, se ha aferrado a sus promesas de que cambiará radicalmente al banco central.
El FMI ha dicho en el pasado que la dolarización no sustituye a una política macroeconómica sólida. La falta de un marco de política ortodoxa bajo la administración actual y un fuerte aumento del gasto financiado por el banco central en el período previo a las elecciones presidenciales perjudicaron aún más la economía argentina.
Milei y funcionarios del FMI mantuvieron una primera reunión virtual el viernes, que la directora gerente Kristalina Georgieva calificó de "compromiso muy constructivo".
La oficina de Milei dijo que la reunión con el FMI era parte de un protocolo para explicar el plan económico del equipo entrante y no en busca de más financiamiento.
Georgieva, sin embargo, dijo a Reuters en una entrevista que el FMI estaba "muy interesado" en apoyar a Argentina y que el país podría ser candidato para recibir una cantidad relativamente pequeña de financiamiento adicional a través de un fideicomiso para países de ingresos medios.
[Parte del artículo procede de Reuters]