Los efectos del calentamiento global han sido muy visibles en América Latina este año —el más caluroso que se haya registrado. El caudal del Río Amazonas se redujo por las extremas sequías. El verano del sur, que ocurre de diciembre a febrero, apenas llega y ya se registran picos de calor extremo.
Por otro lado, la presión para eliminar gradualmente los combustibles fósiles sigue en aumento, generando preocupaciones en países productores de hidrocarburos de la región, de acuerdo con expertos.
Representantes de los países de la región están desde el jueves en Dubái, ciudad de los Emiratos Árabes Unidos, donde asisten a la conferencia climática de Naciones Unidas (COP), el mayor evento mundial sobre el calentamiento global.
En 2015, los países signatarios del Acuerdo de París se comprometieron a reducir los gases de efecto invernadero, causados en mayor parte por las emisiones de combustibles fósiles como el petróleo, gas, y carbón —materias primas clave de algunos países latinoamericanos.
Ricardo Álvarez, experto que ha aportado con sus investigaciones al informe de la ONU sobre cambio climático, opina que algunos países de la región productores de hidrocarburos, como Venezuela, darán "color" a los debates que comenzaron este viernes.
"Los que son productores de hidrocarburos -Venezuela, Ecuador y otros- apuntan a que la producción de este tipo de hidrocarburos son base importante de sus economías y tienen que seguir haciéndolo (produciendo)", dijo Álvarez.
Por tanto, sostiene el experto, estos países "no van a estar muy a favor" de la posibilidad de un acuerdo que buscaría "ir dejando por fuera la producción de combustibles fósiles".
En momentos en que el calentamiento global va en aumento, los expertos sostienen que los países deben reducir al menos a la mitad las emisiones para el año 2030 para alcanzar la meta de aumento fijada de 1,5 grados Celsius para finales de siglo. Pero ese valor está a una décima de cumplirse, según alertó en Dubái este jueves la Organización Meteorológica Mundial (OMM) al calcular que la temperatura media anual está en 1,4 grados Celsius por encima de la era preindustrial.
“Es prácticamente seguro que durante los próximos cuatro años alcanzaremos este 1,5, al menos de forma temporal”, dijo el secretario general de la OMM, Patteri Taalas. En la próxima década más o menos vamos a estar ahí de forma permanente”, agregó.
Brasil, Chile, Argentina y otros países latinoamericanos ven en los efectos del cambio climático un factor de retroceso en indicadores de desarrollo humano, pues los efectos del mismo empujarían a miles o hasta millones de ciudadanos a la pobreza, según informes oficiales.
Financiamiento para mitigar efectos del cambio climático
En la antesala de la COP28 en Dubái, el Pabellón del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), organismo multilateral con sede en Washington, informó que durante el encuentro se discutirán nuevos mecanismos para financiar a los países ante los efectos del cambio climático.
“Discutiremos el desarrollo de mecanismos innovadores financieros, financiación climática, la importancia de preservar y conservar la naturaleza, la protección de la Amazonía, descarbonización y transición justa”, anunció el organismo.
La propuesta regional Crecimiento verde para la Amazonía. La Coalición Verde de Bancos de Desarrollo -presentada el viernes- busca orientar fondos para proyectos productivos amigables con el medio ambiente en los países que comparten la Amazonía, como Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y Guyana.
La Coalición Verde reúne a 20 bancos de desarrollo en una alianza estratégica para catalizar el desarrollo económico sostenible en la región amazónica. Se centra en el bienestar social y la sostenibilidad y se dedica a fomentar negocios e iniciativas que encarnen la responsabilidad socioambiental y la sostenibilidad.
“La Coalición Verde respaldará y potenciará el acceso a financiamiento para actividades productivas inclusivas, fortalecerá cadenas de valor sostenibles que abarcan la bioeconomía, la agricultura y la ganadería, y hará viables empresas sostenibles y compatibles con los bosques”, dijo el BID en un avance sobre el evento.
Para el resto de países de la región, el organismo anunció anteriormente la propuesta BID-CLIMA –en forma de plan piloto- que proporcionará préstamos elegibles “cuando se alcancen y verifiquen objetivos específicos de biodiversidad y clima”, además de un fondo apoyado por EEUU para proteger la naturaleza en la región.
¿Qué impacto podrían tener en América Latina estos fondos?
En la apertura de la COP28, el secretario ejecutivo de la ONU sobre Cambio Climático, Simon Stiell, anunció que en los próximos dos años estaría operando el sistema de compensaciones por daños climáticos, luego de aprobar el año pasado la creación de un fondo de compensaciones para los países que producen menos emisiones, pero que están sufriendo las consecuencias del calentamiento global.
“Decidimos financiar adecuadamente esta transición, incluida la respuesta a pérdidas y daños”, dijo Stiell, ya que “estamos al bode de un precipicio” ante los pocos avances logrados hasta ahora para conseguir los objetivos.
Consultado por la VOA, el experto Ricardo Álvarez opinó sobre el posible impacto de estos fondos para América Latina.
“Esos fondos con los que se planea compensar a los países sólo servirán para responder por las pérdidas que dejen fenómenos climático extremos, pero no son fondos disponibles para prepararse”, estimó Álvarez.
En la región, los fenómenos climáticos con huracanes como Otis, que en octubre destruyó gran parte de Acapulco dejando unos 580.000 damnificados, unas 7.000 hectáreas arrasadas y daños en alrededor de unos 900 kilómetros en caminos y carreteras, según estimaciones oficiales, son una muestra de la falta de preparación.
En ese balneario se habían construido infraestructuras hoteleras y residenciales resistentes a terremotos, pero al estar fuera de la franja de huracanas en el Pacífico, no se había considerado la resistencia a los vientos en las edificaciones. “Todo eso son lecciones nuevas que deja el cambio climático y se deben afrontar”, dice Álvarez.
Las entregas de fondos también llevan compromisos de los países y desembolsos para cubrir las cuotas para el fondo de compensaciones, agregó.
“En 2024, los países presentarán su primer Informe Bienal de Transparencia, también veremos en la COP29 cómo financiar este cambio masivo, y a principios de 2025, los países deben entregar nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional”, concluyó el experto.
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