Presuntos miembros de un grupo separatista mataron a 11 personas e hirieron a otras ocho en un ataque nocturno contra una comisaría de policía en el sureste de Irán, según reportó la televisora estatal el viernes.
Altos cargos de la policía y soldados perdieron la vida en el ataque ocurrido a las 02:00 de la madrugada en Rask, una localidad a unos 1.400 kilómetros (875 millas) al suroeste de Teherán, explicó el vicegobernador de la provincia de Sistán y Baluchistán, Ali Reza Marhemati.
La policía abatió a varios atacantes en un tiroteo, agregó.
El grupo activista HalVash, que informa sobre cuestiones que afectan al pueblo baluchi, compartió un video en internet que supuestamente mostraba el intenso tiroteo que acompañó al ataque perpetrado antes del amanecer, además de helicópteros que sobrevolaron la zona más tarde, ya de día.
La televisora estatal culpó del ataque al grupo separatista Jaish al-Adl. En 2019, Jaish al-Adl se atribuyó la responsabilidad por un atentado suicida en un autobús en el que murieron 27 miembros de la Guardia Revolucionaria iraní. Los insurgentes, por su parte, no reivindicaron de inmediato la autoría el viernes. Normalmente realizan operaciones rápidas desde sus escondites en el vecino Pakistán.
En declaraciones a la televisora estatal, Majid Mirahmadi, viceministro de Interior, dijo que ocho policías resultaron heridos en el atentado y que las autoridades abatieron a dos pistoleros y arrestaron a un tercero. Durante el ataque, los agresores emboscaron a las fuerzas para impedirles llegar al sitio de la balacera, agregó afirmando que había una búsqueda activa para dar con los pistoleros.
En los últimos meses, insurgentes y pequeños grupos separatistas en la región de mayoría suní han atacado comisarías como parte de una insurgencia de bajo nivel contra el gobierno.
La provincia de Sistán y Baluchistán es una de las zonas menos desarrolladas de Irán. Fue escenario de una fuerte represión durante las protestas antigubernamentales por la muerte de una mujer de 22 años, Mahsa Amini, que estaba detenida en Teherán por un supuesto mal uso del velo islámico.
Desde hace meses, en la conflictiva provincia de mayoría suní se celebran manifestaciones antigubernamentales los viernes. Los baluchi se quejan de que los gobernantes chiíes del país los tratan como ciudadanos de segunda clase.
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