A cuatro días para dejar la presidencia de Guatemala, Alejandro Giammattei condenó una presunta “injerencia internacional” en el país en medio del proceso de transición y llamó al “respeto a la soberanía” durante su último discurso como mandatario ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) el miércoles.
En la sede del organismo en Washington, Giammattei resaltó que los Estados miembro “no pueden cometer el error de prejuzgar y hablar de los temas internos de cada país, descuidando la atención que merecen urgentemente los problemas hemisféricos que ponen en riesgo el futuro de nuestras nuevas generaciones”, entre los que mencionó el cambio climático, el narcotráfico y la migración irregular.
“Hemos seguido siendo firmes en nuestro compromiso con la Carta Democrática", asguró Giammatei. "Aunque acá hayan creído y dejado llevarse por engaños y tretas con un supuesto golpe de Estado que no puede ocurrir contra alguien que no ostenta el poder”.
Giammatei hizo referencia a las declaraciones emitidas por la secretaría general de la OEA el 8 de diciembre en las que tildaba de "intento de golpe de Estado" las acciones de fiscales del Ministerio Público que expresaron que se deberían anular las elecciones presidenciales.
Aunque no mencionó directamente a EEUU, Giammattei también denunció las acciones de “un gobierno que de manera unilateral y sin permitir la posibilidad de defensa ante los señalamientos en sus contras, se atrevió a suspender la visa a más de 100 diputados del Congreso de la República, simplemente porque cumplieron con su deber”.
El gobierno estadounidense en diciembre pasado sancionó a un centenar de miembros del Congreso de Guatemala por “socavar la democracia” en el país centroamericano.
“Sin duda, esta [es una] acción intervencionista, a todas luces injustificada entre iguales, que somos aliados diplomáticos, políticos y socios en temas comerciales y económicos”, dijo Giammattei.
Arévalo, quien se impuso el 20 de agosto en la segunda vuelta electoral con su progresista Movimiento Semilla, lidia con una arremetida judicial encabezada por la Fiscalía contra él, su partido y contra el mismo proceso electoral que ha sido rechazada por organismos internacionales y varios países, entre estos EEUU, por considerar que desestabiliza la democracia guatemalteca.
En su discurso, Giammattei hizo “responsable” a Arévalo de las protestas sociales que ocurrieron durante 28 días en Guatemala al finalizar el 2023 en consecuencia a las medidas contra el presidente electo.
Arévalo “llamó a manifestarse contra la autoridad del sistema judicial, además de negarse a participar o promover el diálogo y la negociación pacífica de las diferencias”, apuntó Giammatei.
Al inicio de su discurso, Giammattei ofreció un recuento de los eventos políticos y sociales ocurridos en Guatemala que vincularon al país con la OEA, entre ellos la apertura a las misiones de observación electoral enviadas por el organismo a Guatemala.
La OEA ha seguido a través de una Misión de Observación Electoral en Guatemala tanto el proceso de conteo como la transición de poder a Arévalo, condenando los constantes intentos por parte del Ministerio Público de revertir las elecciones.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, agregó: “Hemos debido lamentar las acciones del Ministerio Público empeñadas permanentemente en afectar la transición política y la transmisión del mando presidencial. Estas maniobras constituyen una grave preocupación para los demócratas de todo el continente”.
Giammattei, por su parte, alegó que su mandato se ha basado en la “no injerencia” con las demás ramas del gobierno, por lo que no debían “hacerlo responsable” de los actos cometidos tras las elecciones presidenciales.
El presidente saliente concluyó asegurando que el público “será partícipe” el próximo 14 de enero de la entrega del poder a Arévalo de manera ordenada.
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