Familiares de los jóvenes asesinados por Hamás mientras participaban en el festival de música electrónica Nova, se congregaron en Jerusalén este miércoles frente a la sede del parlamento israelí, la Knesset, para recordar a sus seres queridos a cuatro meses del ataque que segó sus vidas.
“Somos padres, amigos y familiares de los que fueron asesinados en el festival. Sentimos que nos han abandonado, dejado de lado, porque se habla de todo el mundo, pero ya no de los asesinados o de cómo sufrimos sus familias”, se lamentaba Other Leor, padre de Matan, uno de los Dj del festival. “Por eso protestamos hoy, porque se han olvidado de nosotros”.
La multitud, de unas 300 personas, portaban fotos de los jóvenes muertos durante el ataque y de los que aún permanecen cautivos en Gaza, en poder de Hamás. Los manifestantes también llevaban coronas de flores y banderas de Israel.
Más de 364 jóvenes fueron asesinados cuando disfrutaban de un festival de música electrónica en Reim, muy cerca de la frontera con Gaza. Otros 40 fueron secuestrados y algunos de ellos aún permanecen en la Franja, sin que se sepa a ciencia cierta si están vivos o muertos.
Fue el lugar donde Hamás cometió la mayor matanza ese fatídico 7 de octubre, que se saldó con más de 1.200 muertos -más de 800 civiles- y 250 secuestrados.
Precisamente los familiares y seres queridos de las víctimas del festival Nova lamentan que la opinión pública y el gobierno israelíes ya no se acuerdan de ellos, y del sufrimiento de sus familiares, sino que solo se habla de la situación de los rehenes.
Desde hace semanas el debate público en Israel está copado por la necesidad de lograr un acuerdo de intercambio de cautivos por presos palestinos con el grupo islamista Hamás. Con ese mensaje, cientos de israelíes se manifiestan cada sábado en Tel Aviv, aunque el primer ministro, Benjamín Netanyahu, no está dispuesto a un acuerdo “a cualquier precio”.
“Se habla mucho de los que tomaron rehenes. Pero se están olvidando de nuestros hijos, que fueron asesinados. No están contando al mundo entero cómo estamos sufriendo las familias, los padres, los hermanos. Nosotros también morimos con ellos. Yo morí con mi hijo, solo que soy un muerto andante”, afirmó Yom Tov Hasid en ladino, una variante del español hablada por los judíos sefardíes ya prácticamente en desuso.
Yom Tov, que perdió a su hijo, asesinado por Hamás en Reim, confiesa que es muy duro pensar en qué le paso allá, en cómo lo mataron, ya que las pruebas de una verdadera matanza en el festival, con cuerpos mutilados y quemados, son cada vez más contundentes.
“Las familias de los rehenes están todo el día en la televisión, se reúnen con miembros del gobierno, pero a nosotros ya nadie nos escucha. Nuestra obligación es preservar la memoria de las criaturas que mataron allí, que no se olvide a mi hijo y a todos los demás”, explicó.
Para Rotem Azar, cuyo hermano fue “brutalmente asesinado” por Hamás en el festival, el objetivo de la protesta es recordar al mundo que “aún sufrimos y sentimos dolor, aunque todos se hayan olvidado de nosotros”. También reclamó a las autoridades ayudas para que los familiares de las víctimas de los atentados reciban tratamiento psicológico para superar el trauma.
Hannan Amar también fue asesinado en el Nova. Su hermana Tamar y su madre acudieron hoy a la protesta frente al parlamento con el mismo reclamo. “Nadie se ha preocupado de nosotros, de darnos consuelo o darnos más información sobre nuestros familiares”, criticó Tamar.
“No es justo que nadie hable ya de nosotros, hemos perdido a lo más importante de nuestras vidas, nuestros seres queridos. Nuestra vida nunca volverá a ser lo mismo. Nadie hablará ya con nosotros”, agregó sobre esta marcha que llegó a las puertas de la Knesset, para “recordar a los políticos que nosotros también somos víctimas”.
En Fotos | Marcha de familiares de jóvenes asesinados por Hamás
Sobre un nuevo acuerdo de tregua con Hamás, Tamar consideró que Israel no debe acceder a un pacto con Hamás “a cualquier precio”.
“Luego tendremos que pagar un precio muy alto por ello, y pagamos con nuestras vidas, como le ocurrió a mi hermano”, dijo.
La joven se refería de forma velada al acuerdo logrado entre Israel y Hamás en 2011 para la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, que estuvo cautivo en Gaza en manos del grupo islamista durante cinco años. A cambio, más de 1.027 palestinos fueron excarcelados, entre ellos Yahya Sinwar, hoy líder de Hamás dentro de la Franja y considerado el cerebro de los brutales ataques del 7 de octubre.
Mientras los familiares de las víctimas de Nova luchan para no caer en el olvido, las familias de los rehenes siguen acaparando la atención mediática y pública, y demandan cada vez con más fuerza un acuerdo para la liberación inmediata de los 132 secuestrados el 7 de octubre que siguen retenidos dentro del enclave, de los que se estima que una treintena estarían muertos.
El liderazgo de Hamás respondió el martes “de forma positiva” a un marco de acuerdo planteado por EEUU, Egipto y Qatar, aunque todavía pone condiciones que Israel considera “inadmisibles”, entre ellas el cese el fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes del enclave palestino.
El grupo publicó hoy su propuesta detallada: una tregua en tres fases de 45 días cada una, que incluiría la liberación de todos los rehenes y el repliegue completo de las fuerzas israelíes de Gaza. En la primera tanda serían liberados secuestrados mujeres y niños (menores de 19 años, no militares), ancianos y enfermos, a cambio de “un número específico de prisioneros palestinos", aunque no mencionan cuántos.
La primera etapa, según el plan de Hamás, también implicaría que las fuerzas israelíes se retiren de los núcleos urbanos de la Franja de Gaza, así como la entrada de más ayuda humanitaria y el inicio de la reconstrucción de hospitales y viviendas, junto al establecimiento de campamentos temporales.
Además se establecerían "conversaciones indirectas" con Israel para poner fin a la guerra y "regresar a una paz completa", requisito que hasta ahora Israel siempre ha denegado.
En una segunda fase, todos los hombres secuestrados serían liberados a cambio de un número todavía a determinar de prisioneros palestinos, así como una retirada completa del Ejército israelí del enclave. Y en la tercera y última etapa, se produciría el intercambio de los cuerpos sin vida de rehenes, y otros presos ya fallecidos en cárceles israelíes.
La oficina del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, confirmó la noche del martes haber recibido la respuesta de Hamás, que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, consideró "un poco exagerada".
“Rendirnos a las demandas de Hamás, sería un desastre”, dijo Netanyahu este miércoles en una rueda de prensa. El primer ministro puntualizó que Israel está “en el camino de la victoria completa, una victoria a nuestro alcance en cuestión de meses”.
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