Panamá acusó este lunes a Nicaragua de intromisión en sus asuntos internos por permitir que el expresidente Ricardo Martinelli utilice su embajada, donde se refugió el 7 de febrero tras ser condenado por blanqueo de capitales, con “fines político-partidistas”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá informó en un comunicado que envió a su par de Nicaragua una protesta “enérgica”.
La Cancillería panameña indicó que rechaza que “al amparo de una supuesta protección”, el exmandatario continúe utilizando la sede diplomática para actividades políticas “con el silencio” de las autoridades nicaragüenses, lo cual —aseguró— “es una abierta intromisión en los asuntos internos panameños” por parte del gobierno de Managua.
Días después de emitirse la condena contra Martinelli, la máxima autoridad electoral panameña decretó la inhabilitación del exgobernante para buscar un segundo mandato en las elecciones generales del 5 de mayo. El expresidente dirigió el país en el quinquenio 2009-2014.
Panamá ha negado un salvoconducto para que Martinelli, contra quien existe una orden de captura, pueda salir con rumbo a Nicaragua.
Martinelli, de 72 años, se refugió en dicha embajada tras recibir asilo del gobierno del presidente Daniel Ortega, poco después de reafirmarse una condena de más de 10 años de prisión en su contra por blanqueo de capitales.
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