El gobierno boliviano incorporó el jueves cinco helicópteros, entre ellos tres que estaban sin uso por falta de mantenimiento, como equipamiento para reforzar la lucha contra el narcotráfico en el país sudamericano.
Como parte de la dotación, están tres helicópteros franceses Super Puma, adquiridos durante la gestión del expresidente Evo Morales, que estaban en desuso. Además, el ejecutivo del presidente Luis Arce sumó otros dos helicópteros, cuatro avionetas Cessna y un avión Hércules a las tareas de vigilancia y combate de la Fuerza de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN).
También se entregaron 500 fusiles de asalto, 100 pistolas y varios binoculares, informó el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo en su discurso en la localidad de Chimoré, en Cochabamba, al centro de Bolivia.
“El costo aproximado es de 20 millones de bolivianos (cerca de 3 millones de dólares)”, mencionó del Castillo. “Todas la aeronaves estaban en tierra, sin funcionamiento, favoreciendo directamente o indirecta al narcotráfico y esto no podíamos dejarlo así”, admitió.
El equipamiento se adquirió tras la venta de bienes incautados y con recursos del Tesoro General de la Nación, según un comunicado de prensa del Ministerio de Gobierno.
La nación andina tiene como aliado en lucha contra las drogas a la Unión Europea (UE). El Ministerio de Gobierno indicó que en esta ocasión el bloque de países europeos apoyó con la compra de visores nocturnos y equipos portátiles para la identificación de sustancias controladas.
Bolivia es el tercer país productor de coca y también de cocaína, después de Colombia y Perú.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), en 2022 la superficie de cultivos de coca en Bolivia tuvo una disminución del 2 % respecto de 2021 y se ubicó en 29.900 hectáreas.
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