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Ana Paola Rincones: la flautista venezolana sirve en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos


La flauta está en la vida de Ana Paola Rincones desde que tenía 9 años. [Foto: Cortesía]
La flauta está en la vida de Ana Paola Rincones desde que tenía 9 años. [Foto: Cortesía]

La migrante está radicada en Estados Unidos desde hace seis años. En ese país logró ingresar a uno de los componentes de las Fuerzas Armadas. Todo gracias a la música y a su flauta.

El camino de Ana Paola Rincones en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos comenzó desde que emigró de Venezuela hace seis años. Aunque en ese momento no era consciente de ello. Recuerda que se radicó con su esposo en California y sin permiso de trabajo que le permitiera generar ingresos encontró en Facebook lo que sería la gran oportunidad de su vida: ser parte de una de las ramas de las Fuerzas Armadas de ese país.

“Revisando me encontré con una publicidad del Marine Corps, de la parte musical, que decía que estaban buscando [por] una flautista y que también tocara piccolo. Que ese es mi caso. Cuando yo veo eso, yo asumí, por la naturaleza de la página del grupo de Facebook, yo asumí que era, como le decimos en Venezuela, para matar un tigre (...) Al día siguiente conocí a los reclutadores (...) Al final de esa conversación con ellos entendí en lo que me estaba metiendo y bueno, a partir de allí comienza mi historia con los Marines”, recuerda en entrevista para la Voz de América.

Ana Paola Rincones es integrante de la Banda de la 1ª División de Marines, en Camp Pendleton, California.
Ana Paola Rincones es integrante de la Banda de la 1ª División de Marines, en Camp Pendleton, California.

Actualmente, Rincones es integrante de la Banda de la 1ª División de Marines, en Camp Pendleton, California, donde presta servicio como instrumentista de flauta. Un puesto que jamás imaginó tener, pero con el que ha logrado materializar grandes sueños y también dejar el nombre de su país en alto.

Para la venezolana formar parte del Cuerpo de Marines de Estados Unidos es una muestra de que no hay límites de edad si quieres lograr algo. Recalca que ella ingresó a la institución cuando tenía 33 años. “No me sentía como físicamente capaz de hacer algo así, porque a medida que los iba conociendo y bueno, desde el primer día realmente que los conozco, empecé a indagar más en cómo son los entrenamientos, cómo es la organización, y ya por allí pues yo no sentía que tuviese ningún tipo de chance, porque es una exigencia física y mental bien grande”, recuerda.

Ahora que ya aquellas pruebas fueron superadas, la flautista siente mucha felicidad de representar a Venezuela en una institución tan distinguida. No obstante, deja claro que como ella, hay otros venezolanos en diversas parte del Cuerpo de Marines que también representan al país. Agrega que hay personas de otras nacionalidades latinoamericanas, lo que demuestra en esencia lo que es Estados Unidos: un país con una gran diversidad cultural.

Pese a que reconoce lo difícil del camino y también las responsabilidades que conlleva, Rincones afirma que el aprendizaje personal que ha adquirido es “invaluable”. “Ha sido increíblemente retador, de las cosas que yo en mi vida me imaginé que pudiera ser capaz de hacer. Desde lo más simple, que es correr, pero a las velocidades que lo tenemos que hacer, el tipo de reacción que debemos tener, son cosas que a mí me hace sentir muy orgullosa de mí misma”, detalla.

“La flauta es una extensión de mi cuerpo”

La flauta siempre ha estado en la vida de Ana Paola Rincones. Cuando tenía 9 años de edad comenzó a tocar el instrumento en el Sistema de Orquestas Juvenil e Infantil de Venezuela, núcleo de Guaraguá, en Nueva Esparta, al oriente de Venezuela. Desde que empezó las clases nunca lo vio como un pasatiempo, aunque era niña sabía que quería ser flautista.

“Me tocó trabajar muy duro, me tocó demostrarles que esto era lo que yo quería hacer por el resto de mi vida. Y gracias a Dios, así siempre ha sido, desde que tengo uso de razón quería tocar el instrumento, cueste lo que me cueste, porque son carreras bien sacrificadas y que a lo mejor no den a veces resultados inmediatos. Entonces, nunca fue un hobby, siempre fue un modo de vida para mí”, confiesa.

Posteriormente, y tras años de formación como flautista, la venezolana obtuvo una licenciatura en Interpretación Musical por la Universidad Nacional de las Artes y un máster en Interpretación Musical por la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, lo que le permitió seguir destacando como músico.

Para la venezolana, el aprendizaje personal que ha adquirido en el Cuerpo de Marines es “invaluable”.
Para la venezolana, el aprendizaje personal que ha adquirido en el Cuerpo de Marines es “invaluable”.

Rincones afirma que la flauta le ha permitido visitar lugares hermosos, pero también le ha brindado grandes enseñazas a lo largo de su vida. "La flauta es una extensión de mi cuerpo, una extensión de mí, de mi ser, porque es increíble que algo requiera 100% de ti para cobrar vida, para cobrar y hacer un sonido (...) La flauta para mí es muy parte de mi vida, simplemente, es todo, porque me ha llevado, me ha enseñado y me ha mostrado muchísimas cosas de la vida, de la gente y de mí misma también y las cosas que he estado dispuesta a hacer por perseguir mis sueños, por perseguir las cosas que he querido vivir”, detalla.

Apoyar a otros, parte de sus planes de vida

Aunque Ana Paola Rincones ha logrado alcanzar grandes metas en su vida, asegura que aún le quedan muchas otras por alcanzar y en diferentes ámbitos: familiar, personal y profesional. No obstante, entre esos planes está el ayudar a otros, aparte de servir al Cuerpo Humanista de Estados Unidos, la venezolana tiene una fundación sin fines de lucro junto a varias amigas que lleva por nombre Global Arts y tiene como objetivo brindar acceso gratuito a la música para las personas de bajos recursos económicos que viven en Los Ángeles.

“Mi sueño siempre estuvo alineado con lo que el Maestro Abreu nos brindó, nos enseñó también en el Sistema de Orquestas. Esas son de mis metas que están activas, en que siga creciendo y al menos brindar por lo menos una tercera parte de lo que el Sistema me ha brindado a mí y es por lo que trabajamos muy duro en la organización”, dice.

Otro de las tareas pendientes de Rincones es volver a visitar Venezuela, su país natal. “Me gustaría volver a Venezuela cuando se pueda. Me encantaría ir allá y visitar a mi familia, a mis amigos, ir a conciertos, al teatro. Me encantaría muchísimo”, concluye.

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    Fabiana Rondón

    Periodista de la Voz de América en Venezuela. Tiene más de 5 años de experiencia y ha sido documentalista en medios venezolanos como El Nacional y El Diario.  
     

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