Miles de personas marcharon este domingo por las calles de Bogotá y otras de las principales ciudades de Colombia para mostrar su desacuerdo con el gobierno del presidente Gustavo Petro y sus reformas, sobre todo en el sector salud.
La movilización, convocada por diversos sectores opositores y llamada “Marcha de las batas blancas”, fue anunciada en un principio por la Asociación Colombiana de Cirugía, pero luego se unieron opositores políticos al presidente, que a inicios de abril rechazaron la reforma a la salud presentada por el Ejecutivo al Congreso.
La propuesta planteaba reducir la intermediación de actores privados y dar al Estado un mayor control del dinero y del servicio de salud que el gobierno ha calificado de deficiente.
Tras el rechazo de la reforma, el gobierno anunció decretos que modifican el sistema de salud en el mismo sentido que lo quería hacer la reforma y ordenó la intervención forzosa para administrar dos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) más grandes del país: Sanitas y Nueva EPS.
En la marcha, se distinguían trabajadores de las EPS intervenidas vestidos con camisetas blancas y sus logos, que advertían que la salud de 17 millones de sus afiliados estaba en riesgo.
Senadores y políticos de partidos de derecha y ultraderecha como el Centro Democrático, Cambio Radical y Conservador, salieron desde el Parque Nacional hacia la Plaza de Bolívar, en el centro histórico de Bogotá y sede del Congreso, donde gritaron “no a las reformas de Petro” y “fuera Petro”.
Según Miguel Uribe Turbay, senador del Centro Democrático, el principal partido opositor, esta marcha es la oportunidad para decirle al presidente Gustavo Petro “que no estamos de acuerdo con la constituyente con la que pretende destruir la democracia y aferrarse al poder”, haciendo referencia a la idea del mandatario de convocar una Asamblea Nacional Constituyente si no se aprueba su paquete de reformas en el Congreso.
Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal, del mismo partido, dijo a la Voz de América: “el cambio resultó una farsa, un fiasco, una imitación de Chaves, ni con los que creemos en la libertad, porque sabemos que Petro es una amenaza para la estabilidad de Colombia”.
“Estamos suficientemente incómodos con esta administración, con este gobierno y con todo lo que el presidente ha implementado, no estamos de acuerdo con sus reformas, queremos ver a un presidente líder, no a uno que se quiera hacer notar”, dijo a la Voz de América, Carlos Chamorro, de 60 años, un manifestante.
Según el Centro de Mando Unificado de la Policía, alrededor de 200 mil personas salieron a movilizarse desde las 10:00 de la mañana (hora local) por las calles de diferentes ciudades colombianas, para mostrar su desacuerdo con las reformas sociales que impulsa el gobierno de Petro, su propuesta de hacer una constituyente y reclamando por problemas económicos y de seguridad.
La última gran movilización convocada por sectores opositores al gobierno se realizó el pasado 6 de marzo, día después de que manifestantes afines al ejecutivo salieron a las calles a mostrar su apoyo, lo que se ha convertido en una constante desde la llegada de Petro al poder en agosto de 2022, con movilizaciones a favor y en contra del gobierno, el primero de izquierda en la nación sudamericana.
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