Según un informe anual de Amnistía Internacional, publicado este miércoles, se está acelerando la ruptura del estado de derecho internacional a causa de los rápidos avances de la tecnología y la inteligencia artificial, lo que presenta el riesgo de un “sobreimpulso” de las violaciones de derechos humanos.
“El orden internacional basado en normas está al borde del colapso. Las violaciones del derecho internacional han sido múltiples y, de hecho, han aumentado, en gran medida debido al creciente número de conflictos armados. Los responsables no sólo violan el derecho internacional, sino que buscan justificar esas violaciones en nombre de la autodefensa, la seguridad nacional o el contraterrorismo”, dijo a la Voz de América la secretaria general de Amnistía, Agnes Callamard.
Violaciones en Gaza
Amnistía pone de relieve el conflicto entre Israel y Hamás en Gaza. El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, dice que más de 34.000 personas han muerto, la mayoría de ellas mujeres y niños. La cifra, que incluye a los combatientes de Hamás, no ha podido ser verificada de forma independiente.
“En un conflicto que definió 2023 y que no muestra signos de disminuir. La evidencia de crímenes de guerra continúa acumulándose mientras el gobierno israelí se burla del derecho internacional en Gaza. Tras los horribles ataques lanzados por Hamás y otros grupos armados el 7 de octubre, las autoridades israelíes respondieron con implacables ataques aéreos contra zonas civiles pobladas que a menudo aniquilaron a familias enteras, desplazaron por la fuerza a casi 1,9 millones de palestinos y restringieron el acceso a la ayuda humanitaria que se necesitaba desesperadamente a pesar de la creciente hambruna en Gaza”, dice el informe.
Callamard dijo que en el conflicto de Gaza se ha visto “el mayor número de periodistas asesinados y el mayor número de actores humanitarios asesinados”.
Israel niega rotundamente haber violado la Convención de Ginebra o haber atacado a civiles, a quienes, según afirma, Hamás utiliza como escudos humanos. Israel también niega haber bloqueado la entrada de suministros de ayuda a Gaza a pesar de numerosas acusaciones de este tipo por parte de grupos de ayuda.
El informe de Amnistía dice que los aliados occidentales de Israel no han logrado detener el derramamiento de sangre, citando "el uso descarado de su veto por parte de Estados Unidos para paralizar durante meses al Consejo de Seguridad de la ONU sobre una resolución muy necesaria para un alto el fuego, mientras continúa armando a Israel con municiones que han sido utilizado para cometer lo que probablemente equivale a crímenes de guerra”.
Estados Unidos ha defendido repetidamente su apoyo a Israel, afirmando que su aliado tiene derecho a defenderse tras los ataques terroristas del 7 de octubre cometidos por Hamás, en los que perdieron la vida más de 1.100 personas mientras que decenas de rehenes siguen retenidos en Gaza.
La invasión rusa de Ucrania
El informe también destaca abusos generalizados contra los derechos humanos y violaciones de la ley por parte de Rusia en su invasión ilegal de Ucrania, incluidos “ataques indiscriminados contra zonas civiles densamente pobladas, así como contra infraestructuras de exportación de energía y cereales, y el uso de tortura u otros malos tratos contra prisioneros de guerra”. Moscú niega tales acusaciones.
El orden global levantado tras la Segunda Guerra Mundial se está derrumbando, advirtió Callamard. "Estamos siendo testigos de un orden basado en reglas al borde del colapso porque los arquitectos del sistema de 1948, los arquitectos de ese sistema, le están fallando a la gente".
Amnistía destaca el empeoramiento del conflicto civil en Sudán, que, según afirma, ha desencadenado la mayor crisis de desplazamiento del mundo, con más de 8 millones de personas obligadas a huir. El informe también destaca el papel de China al brindar apoyo a la junta militar de Myanmar, en su guerra contra los grupos minoritarios y en su represión de los derechos humanos básicos.
Grades tecnológicas e inteligencia artificial
Amnistía también advierte sobre una inquietante convergencia del uso de la tecnología en el abuso contra los derechos humanos, incluyendo la inteligencia artificial o IA.
“En un mundo cada vez más precario, la proliferación y el despliegue no regulados de tecnologías como la IA generativa, el reconocimiento facial y el software espía están destinados a convertirse en un enemigo pernicioso, aumentando y sobrecargando las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos a niveles excepcionales”, acusa el informe.
Amnistía dijo que las tecnologías plantean riesgos importantes a medida que un gran número de personas en todo el mundo votará en las elecciones de 2024.
“Los políticos han utilizado durante mucho tiempo la manipulación de narrativas de 'nosotros contra ellos' para ganar votos y esquivar preguntas legítimas sobre temores económicos y de seguridad. Hemos visto cómo se han utilizado tecnologías no reguladas, como el reconocimiento facial, para afianzar la discriminación”, indica.
“Sumado a esto, el modelo de negocio de vigilancia de las Grandes Tecnológicas está echando leña a este fuego de odio, permitiendo a aquellos con malas intenciones acosar, deshumanizar y amplificar narrativas peligrosas para consolidar el poder o las encuestas. Es un espectro escalofriante de lo que vendrá cuando los avances tecnológicos superen ambiciosamente la responsabilidad”, dice el informe.
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